“Nos cayó la ficha”, parte I”:
Estados Unidos tiene acceso a los servidores de Google, incluso si el material se encuentra en servidores europeos.
Informa Diario Ti que medios estadounidenses revelaron que las autoridades de ese país pueden acceder a los datos almacenados invocando la famosa Ley Patriótica. Estas facultades del gobierno estadounidense van mucho más allá de sus fronteras, ya que la Ley Patriótica le faculta para obtener información almacenada en la nube por empresas y organizaciones europeas. La ley no obliga en lo absoluto a EEUU a dar aviso a los afectados.
Google, por su parte, ha confirmado por primera vez que los servicios de inteligencia de Estados Unidos en varias oportunidades le han solicitado entregar información sobre sus usuarios. Al hacerlo, para tales servicios es indiferente que la información solicitada esté almacenada en servidores situados fuera de su área de jurisdicción; es decir, en Estados Unidos.
La famosa Ley o Acta Patriótica, que elucubró Bush y ratificó sin modificaciones Obama, tiene ¿cuánto? ¿diez años? ¿Recién nos damos cuenta de como son las cosas?
“Nos cayó la ficha”, parte II”:
McAfee reveló el trabajo de espionaje informático más grave de la historia.
Dattatec Blog nos relata que este laburito continuó durante cinco añitos. Afectó a 14 países y más de 30 organizaciones, entre ellas los gobiernos de EE.UU., Canadá y Vietnam, la ONU y el Comité Olímpico Internacional.
La firma de seguridad informática McAfee reveló detalles sobre lo que denominó la “Operación Shady RAT”, dirigida a “más de 70 compañías internacionales, gobiernos y organizaciones sin fines de lucro.” Se trata del trabajo de espionaje informático más grave del que se tenga registro, abarcando 5 años e involucrando a los gobiernos de EE.UU., Taiwán, India, Corea del Sur, Vietnam y Canadá; la Asociación de las Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN), el Comité Olímpico Internacional (COI), la Agencia Mundial Antidopaje, y una serie de compañías, desde contratistas de defensa hasta empresas de alta tecnología. En la mayoría de los casos, se apuntó a una persona dentro de la entidad a hackear que tuviera el nivel de acceso que los criminales necesitaban. Se le enviaba un mail a la víctima que incluia malware; dicho programa malicioso luego se ejecutaba y generaba un canal de acceso remoto al sistema. Una vez dentro de la organización, los hackers trataban de recolectar la mayor cantidad de información posible en muy poco tiempo o bien ampliaban el acceso a nuevos rincones del sistema interno.
“Estamos sorprendidos por la enorme diversidad de organizaciones víctimas de los ataques y estamos desconcertados por la audacia de los autores“, escribió el vicepresidente en investigación de amenazas de McAfee, Dimitri Alperovitch, en un informe.
Bien. ¿Y los muchachos de Mc en dónde estaban? ¿No se suponen que ellos hacen un dinerillo vendiendo justamente protección contra estas cuestiones? Si el tipo que está todo el tiempo analizando estos asuntos está desconcertado… madre mía… ¡paren el mundo me quiero bajar!
“Nos cayó la ficha”, parte III”:
David Cameron considera instaurar medidas contra las redes sociales debido a los desórdenes que han afectado a Inglaterra en los últimos días.
De nuevo, Diario Ti: El Primer Ministro David Cameron considera instaurar medidas inmediatas contra los medios sociales que han sido utilizados por los organizadores de los disturbios.
Cameron explicó que el gobierno analiza, junto a los servicios de inteligencia, la posibilidad de impedir a los activistas comunicarse y planear actos de violencia.
De tener éxito con esta medida, tal vez quieran probar con otras igual de eficaces como por ejemplo, abordar a los carteros y quitarles la correspondencia de los ciudadanos para detectar las cartas “peligrosas”. O pinchar los teléfonos para estar al tanto de sus tropelías.
Querido lector, no se deje asustar. Este bombardeo de malas nuevas al que estamos sometidos, ¿no será también parte de la misma desinformación de la que somos víctimas? Acuérdese del refrán: “A río revuelto ganancia de pescador”.
A pensar se ha dicho.