Aquellos sueños que siempre he ido posponiendo, o ahorrando, para mejor ocasión, primero por los estudios, luego por la novia, la esposa, los hijos, y porque al final descubres que ese paraíso al que aspirabas en realidad no debe de existir. Has ido sufriendo tantas pequeñas decepciones, incluso de ti mismo, que aquellos valores te resultan como mínimo un tanto naíf, una especie de parque de atracciones de vidas simuladas, en un lugar de una vida en serio.
La vida hay que vivirla al cien por cien, o como se dice ahora “a tope”, pero siempre intentando ver el lado positivo de todo, porque con el tiempo nos damos cuenta de que eso de que solo se vive una vez, tristemente es verdad. El teatro se ensaya, pero la vida no. En el argot cinematográfico diríamos que la vida, nuestra vida, se rueda en una toma única, y al contrario de lo que ocurre en el cine, en nuestra película el héroe, o protagonista principal, siempre muere. E incluso desde un punto de vista egoísta, el único consuelo que nos puede quedar es que mientras alguien nos siga recordando, realmente no habremos muerto del todo.
Si alguien esperaba hoy “algo” más alegre, para su información comento que con el malísimo tiempo que ha hecho todo el día (en Donosti), bastante que este vecino del mundo no ha contado una historia en la que todos se suicidaban, y no podían comer perdices por razones obvias.
De todas maneras, si queréis algo más alegre, siempre podemos practicar el famoso “crowdfunding”, o microdonaciones, para enviar a este vecino del mundo, una temporada a la República Dominicana, por ejemplo, y os garantizo unos relatos y comentarios totalmente optimistas. ¿Cuela?...Al menos lo he intentado.
Lo dicho, uno ya está un poco cansado de cuidar su comportamiento a modo de dieta ligera en pecados.*FOTO: FOTOGRAMA DE "MARCELINO PAN Y VINO".