Ahorro y eficiencia energética: Aislamientos térmicos

El consumo energético podría reducirse considerablemente si mejoramos el aislamiento térmico de nuestros edificios. El 50 % de las viviendas construidas en España es anterior a la NBE-79 y esto significa que no disponen de aislamiento térmico en sus cerramientos.

El efecto que proporciona el aislamiento térmico es el de inercia térmica o lo que es lo mismo, la capacidad de guardar el calor o una mayor estabilidad en la temperatura interior o un mayor retraimiento respecto al exterior. Como el edificio está más protegido del exterior es menos sensible a los cambios por lo que tiene menos pérdidas y menos ganancias. El concepto del aislamiento térmico se entiende muy rápidamente a través de la comparación con el funcionamiento de un termo, que sin consumo de energía es capaz de mantener la temperatura del líquido interior, fría o caliente, a lo largo del tiempo,  independientemente de la temperatura exterior.

La mejora del aislamiento en las edificaciones existentes se puede acometer desde varios ámbitos:

1) Aislamiento de fachadas.

El aislamiento de las fachadas supone la reducción de la demanda de calefacción o refrigeración dependiendo de la climatología. Es importante reforzar la fachada norte en los climas más fríos por calefacción (protección frente al  frío) y el resto de fachadas en climas cálidos (para proteger del calor) por refrigeración.

La implementación del aislamiento térmico se puede acometer desde el exterior, mediante el sistema SATE o desde el interior, mediante trasdosado con aislamiento incorporado o bien mediante inyección en la cámara de aire, practicando orificios en la hoja interior del cerramiento que posteriormente serán sellados.

2) Aislamiento de cubiertas.

Es recomendable en todos los climas puesto que es la vía por la que se suelen producir las mayores pérdidas. Al igual que en el aislamiento de fachada, también se puede emprender desde el exterior, aislando el tablero bajo la cubrición o bien desde el interior mediante un falso techo con aislamiento incorporado.

A continuación presentamos un estudio comparativo elaborado por Eficiencia Energética Zaragoza (EEZ) de las mejoras en la certificación energética en materia de emisiones de CO2 y ahorros en la demanda de calefacción al colocar aislamiento en una vivienda que carecía de él.  Los resultados se obtienen mediante el cálculo realizado según el programa CE3X reconocido por el Ministerio, con las siguientes condiciones de partida:

-Vivienda unifamiliar pareada en Barcelona
-Planta baja, planta primera y sótano.
-Construcción de 1965 sin aislamiento en su envolvente.
-H interior útil: 2,80 metros por planta.
-Orientación: 90° con respecto al Norte.
-Superficies: 125 m2
-Planta:  173 m2
-Vivienda:  57.6 x 3= 173 m2
-Ventana metálica de vidrio sencillo.
-Fachadas: Muro de doble hoja con cámara y sin aislamiento.
-Cubierta de teja cerámica sobre tablero de madera sin aislamiento de 78 m2
Instalaciones térmicas:
-Caldera mixta estándar de gasóleo para calefacción y ACS.
-Sin refrigeración.
-Consumo= 30 l/persona y día (CTE DB-HE 4)
-Porcentaje por aportación solar= 0

Conclusiones:

Los aislamientos al exterior de la fachada o sistema SATE permiten obtener grandes ahorros económicos, obtener una mayor eficiencia energética y constituyen el mejor medio para el aislamiento de un edificio. Esto es debido a que se mejoran prácticamente todos los puentes térmicos, sobre todo forjados, pilares (en fachada y esquina) e incluso los contornos de huecos. Además se consigue un cerramiento caliente desde el exterior, evitándose las condensaciones superficiales y se consigue un mejor confort por mejor temperatura superficial en los paramentos.

Si la comunidad de propietarios no es partidaria de una rehabilitación total del inmueble entonces se puede proceder al aislamiento por el interior de la vivienda o local, ya sea mediante trasdosado o mediante inyección en cámaras.

Inyección en cámaras: Tiene la ventaja de que suele permitir un mayor espesor de aislamiento aunque depende del espesor de la cámara, sin reducción de superficie útil. Sin embargo, no consigue evitar puentes térmicos al verse interrumpida la cámara por pilares y forjados. En todo caso, el ahorro es también considerable como pueden verse en los datos de la tabla debido a la compensación por espesor.

Trasdosado interior: Esta es la solución más sencilla de ejecución aunque con el inconveniente de la reducción de superficie útil. Se mejoran los puentes térmicos en pilares. si se decide el trasdosado de estos. Sin embargo, siempre es recomendable aislar desde el exterior pues se mejora el comportamiento higrotérmico.

También el aislamiento de la cubierta supone un ahorro muy importante en cuanto a demanda. Se evitan las pérdidas que pueden producirse por concentración del aire caliente. Igual que en las fachadas es preferible su ejecución por el exterior por el efecto de cerramiento caliente.

Sin duda, la mejor solución es la que abarca la fachada y la cubierta, aislando por el exterior las fachadas y la cubierta. Supone un ahorro del 36 % en consumo de energía por calefacción.

Las calificaciones energéticas también mejoran considerablemente pasando de la G a la E

La inversión en aislamiento térmico es la más económica de todas las reformas y permite obtener importantes ahorros. En función de la zona climática pueden obtenerse ahorros de hasta un 50 % de la demanda energética y hasta un 44 % de reducción de emisiones de CO2. Es recomendable aprovechar cualquier intervención en un edificio (accesibilidad, conservación)  para mejorar el acondicionamiento de las envolventes recuperable a corto medio plazo.

Las mejoras de eficiencia energética de edificios que supongan, al menos, una disminución del 30 % de la demanda de calefacción y refrigeración pueden obtener una subvención de hasta 2000 € y de 5000 € si la reducción es del 50 %, que sumada a las ayudas por conservación o accesibilidad pueden alcanzar los 12.000  €/vivienda o local (Real Decreto 233/2013). (ver subvenciones)