Al ver Sancho a don Quijote hecho una furia por lo de la cabeza del gigante y lo de la trasmutación de la princesa Micomicona, le dice así:
"Vuestra merced se sosiegue, señor mío, que bien podría ser que yo me hubiese engañado en lo que toca a la mutación de la señora princesa Micomicona, pero en lo que toca a la cabeza del gigante, o a lo menos a la horadación de los cueros, y a lo de ser vino tinto la sangre, no me engaño, vive Dios, porque los cueros allí están heridos a la cabecera del lecho de vuesa merced, y el vino tinto tiene hecho un lago el aposento: y si no, al freír de los huevos lo verá, quiero decir que lo verá cuando aquí su merced del señor ventero le pida el menoscabo de todo."
Con este refrán se amenaza, anunciando las malas consecuencias de una acción que por de pronto parece no tenerlas.
Generalmente se dice:
-Al freír será el reír.En las colecciones del Marqués de Santillana y de Zaragoza leemos:
-Al lavar de los cestos haremos la cuenta.Cuando los argonautas revolucionarios nos trajeron el vellocino de oro, y lo que es más, la honra, los incrédulos al tener que tragarse aquel ardiente y patriótico grito de entusiasmo que resonó en todos los ángulos de la Península, se contentaban con hablarnos del lavar de los cestos y del freír de los huevos. Será lo que tase un sastre. Pero ¿Qué sastre?