Publicado en ValenciaOberta.es
El mercadillo de todo a 100 ya está en marcha. Pronto les vociferarán allí donde ustedes les dejen que a euro, a euro, a euro, tengo unas propuestas que me las quitan de las manos. Propuestas todas ellas que te van a sacar de pobre, nena, que mira que calidá, y qué colores, oye, que me las quitan de las manos. Y no hagas caso al otro, que compra el género en un sitio mu malo.
Desde que tengo uso de razón, no ha cambiado nada el mensaje en campaña electoral. Unos son el cambio, los otros la confianza y la estabilidad. El color es lo de menos. Los unicornios los tienen de saldo y las brujas y Rumpelstiltskin militan siempre en el bando de los otros. Qué les voy a contar de promesas incumplidas, por imposibles tantas veces, que ustedes no sepan. El 26 de junio será de nuevo el día de la pinza en la nariz.
No tienen por qué creerme desde luego, pues al final yo también represento mis ideas y a mi partido, el P-LIB, pero desde luego habrán de convenir conmigo en que mis propuestas son radicalmente distintas a las que llevan oídas desde hace ya demasiado tiempo.
Desde la legalización de la marihuana, que tanta gracia hace algunos, no sé por qué, pasando por un sistema de financiación totalmente distinto para partidos políticos, patronal y sindicatos, donde ninguno de ellos reciba subvención alguna, y todos se financien mediante las cuotas de sus afiliados y donaciones voluntarias, hasta un sistema educativo, de libre elección, donde los centros puedan elegir el currículo que más interesa a sus alumnos y el acceso universal a la educación quede garantizado por un cheque escolar, como también se garantizaría el acceso a la mejor sanidad privada con el cheque sanitario encontrarán entre las 80 medidas del programa libertario. Estas son algunas de nuestras propuestas que quizá puedan encontrar con cuenta gotas en otros programas, pero desde luego nunca todas ellas en conjunto. Menos si las unimos a eliminación de la cuota de autónomos o una drástica bajada del IRPF, el IVA o el impuesto de Sociedades al 10%, todo ello para obligarnos a reducir el tamaño del Estado en idénticas cantidades. Se trata de eficiencia.
No sé si a ustedes que les parecerá todo esto. Yo creo que como poco es diferente. Ya no se trata de levantar alfombras y limpiar cajones. Es cuestión de dejar la casa en su estructura. Y que corra bien el aire. El aire fresco.
Qué no les pase nada. Qué viene la campaña.
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