Hoy nos desplazamos hasta Lisboa para mostraros la arquitectura de los hermanos portugueses Francisco y Manuel Aires Mateus. Un trabajo serio y constante que ha adquirido un protagonismo merecido en la arquitectura contemporánea lusa y ha atraído, en los últimos años, el interés internacional.
Los concursos ganados en los últimos años, los innumerables premios recibidos, la divulgación de sus creaciones en el extranjero y los numerosos encargos públicos y privados son sólo algunos signos del reconocimiento de la obra de estos arquitectos lisboetas.
Una arquitectura con una postura muy definida caracterizada por la interacción entre naturaleza y edificación, serenidad en las formas, sobriedad de materiales y experimentación constante con las herramientas más básicas de la arquitectura.
Obras concebidas más a base de quitar que de añadir; de vaciar que de llenar. Un lenguaje compositivo reducido a los elementos y procesos más básicos, apreciable en muchos de sus proyectos como la “Casa Elemental” (Costa Alentejana, Portugal).
Otro ejemplo es el Centro de Artes de Sines (Portugal) inaugurado en 2005 y finalista de los premios Mies van der Roher 2007.
El conjunto combina una fachada en mármol y vidrio que permite una abundante iluminación natural del interior. Es especialmente interesante como la edificación se desglosa en dos partes integrando, entre ellas, una calle de la ciudad que se convierte en un espacio cultural más del conjunto y pone a ésta en relación directa con su entorno urbano.
Esta estructura integrada en el contexto nos lleva a uno de los parámetros más importantes de la producción Aires Mateus: el protagonismo estético y conceptual del espacio en todos sus proyectos.
Muestra de ello es el trabajo de rehabilitación de una antigua bodega en una vivienda unifamiliar en el municipio de Azeitao (sur de Lisboa).
El proyecto respetó el edificio original de estructura longitudinal y cubierta inclinada, mientras que se renovó completamente el interior,.
El concepto es singular a la vez que sencillo: en el volumen se han ordenado nueve cajas, que parecen flotar bajo la construcción visible de madera de la cubierta. Los muros exteriores de casi un metro de espesor se duplicaron al interior, de manera que se crearon dos espacios longitudinales a lo largo de las fachadas laterales que contienen las escaleras, la cocina y un aseo con sus correspondientes instalaciones. La iluminación natural del espacio interior se garantiza por las aperturas de los muros originales.
En esta obra se manifiesta la masa como un recurso arquitectónico de Aires Mateus, en contraste con la arquitectura contemporánea más tendente a la ligereza y la transparencia.
Junto a estos trabajos, se encuentran otros muchos también destacables como la residencia de estudiantes en el campus universitario de Coimbra, el rectorado de la Universidad Nova de Lisboa o numerosos trabajos de rehabilitación de viviendas unifamiliares.
Una arquitectura nominalmente portuguesa que revela la actitud metodológica precisa, inusual y original de sus creadores.
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