Siempre es interesante ver lo bien que encaja un estilo decorativo y arquitectónico típico de una zona del mundo, en otra que está a miles de kilómetros de distancia.
Para ser exactos son casi 10.000 km los que separan a San Francisco donde está esta casa, de la ciudad de Palma en nuestra bonitas Islas Baleares, lugar donde sería más habitual ver este tipo de interiores.
Paredes blancas, suelos de piedra natural, vigas vistas de madera natural en el techo, textiles naturales, colores suaves calmados neutros, materiales orgánicos, piezas recicladas… hay cientos de detalles comunes con nuestro precioso estilo mediterráneo.
La casa fue construida en 1925 y la dueña cuenta, que al entrar en ella por primera vez se sintió como en un cuento infantil, eso sí, era una vivienda que necesitaba muchas reformas (la anterior había sido en la cocina en los años 90), así que, llegar hasta como está hoy costó mucha dedicación y esfuerzo, teniendo en cuenta además, que la reforma la hicieron en 2020, en plena pandemia.
La inspiración fue la estética romántica mediterránea francesa, pero en realidad el estilo podría haber sido inspirado en cualquier país del Mediterráneo, no en vano dice su dueña que el cuarto de baño está inspirado en los viajes con su marido a Mallorca.
A la fantástica vivienda, llena de estilo y luz natural, hay que añadirle preciosas vistas a la Bahía de San Francisco y el Golden Gate Bridge, lo cual todavía la hace más apetecible. ¿Os gusta? Preciosa ¿verdad? ¡Feliz martes!
Fotos vía: Vogue Au, enchantedberkeley
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