Revista Arquitectura

Aislación más eficiente: Sistema de “techo invertido”

Por Arquitecturas @arquitectonico
Aislación más eficiente

Aislación más eficiente

Cómo es el sistema de “techo invertido”. Los beneficios de colocar la aislación térmica en la parte superior de una cubierta.

Por [email protected]Clarín, Suplemento Arquitectura

Fisuras, filtración de humedad y desprendimiento de baldosas, son problemas que tarde o temprano aparecen en las cubiertas planas horizontales. La razón: al quedar la superficie expuesta a la intensa radiación solar , se producen fuertes contracciones y dilataciones que comprometen el aislamiento hidráulico de la cubierta.

Por el contrario, la solución de techo invertido evita el recalentamiento de la cubierta porque la aislación térmica se coloca arriba y así protege más eficientemente la aislación hidrófuga.

“Habitualmente, la aislación térmica se coloca entre la losa estructural y el hormigón de pendiente, dejando las capas superiores sometidas a intensas variaciones térmicas”, explica el arquitecto Pablo Azqueta, consultor en eficiencia energética y patología de la construcción. Y agrega: “Los cambios de volumen generan distintos procesos patológicos que se van potenciando unos a otros”.

Según el especialista, los arreglos con membrana o asfalto que usualmente se realizan cuando falla la aislación hidrófuga no hacen más que agravar el problema porque absorben más calor por su color. La absorción de la radiación solar (del orden del 75 % en terrazas de baldosa colorada) eleva la temperatura superficial de la cubierta a unos 55 grados en verano, y la deja expuesta a cambios de volumen por diferencias térmicas. Además, gran parte del calor que se acumula se transmite al interior de la construcción.

La solución propuesta consiste en la colocación de placas de poliestireno expandido de 20 a 25 kg/m3 de densidad y de 50 a 75 mm de espesor sobre la aislación hidráulica de la cubierta, cualquiera sea su tipo. Las placas se ordenan simplemente yuxtapuestas, pudiendo mantenerlas unidas con cinta autoadhesiva mientas duren los trabajos de colocación.

Por encima de ellas se coloca una membrana geotextil de 80 a 120 gramos que actúa como capa filtrante y evita el arraigue eventual de alguna especie vegetal. Como terminación, se levanta la membrana en los bordes y se fija a las paredes mediante una babeta de chapa galvanizada plegada, atornillada e impermeabilizada con sellador de silicona o poliuretánico.

El sistema resulta aún más eficiente si se utilizan placas de configuración similar a la de una plancha de ravioles (dos cortes de perfil sinusoidal que determinan una superficie texturada con pirámides truncadas de aristas curvas), colocadas invertidas, es decir, con la cara irregular sobre la membrana. Se genera así una mínima separación que permite mejorar el escurrimiento del agua en ambos sentidos.

vía Aislación más eficiente.


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