Revista Arquitectura
Ayer recogí a mis dos hijas mayores y nos fuimos a cenar. No había mesa y tuvimos que esperar un ratito. Mientras ellas se entretenían mirando en los estantes de baratijas que había en la antesala de una conocida red de cafeterías, yo hacía lo mismo en las mesas de libros. Encontré uno muy manipulado, ligeramente envejecido, pero con una estética, más la interior que la exterior, que me cautivó: 100 nuevos diseñadores de moda (Hywel Davies, Londres, 2008). Abrir ese libro fue descubrir un mundo paralelo o simultáneo a aquel en el que no quiero vivir ni trabajar.
Jóvenes e innovadores diseñadores de moda que cuestionan el debate intelectual y cultural de este inicio de siglo. Dice el texto que “la industria de la moda (masculina, femenina y los accesorios) ha dejado de estar constreñida a normas (antiguas) de estilo, procesos y métodos tradicionales de fabricación” para pasar a centrarse en la “expresión de la individualidad, la creatividad y la visión de estos nuevos diseñadores”.
Acercarme al mundo de la moda desde un punto de vista exclusivamente artístico me puede permitir establecer semejanzas entre las dos históricas y permanentes situaciones de cobijo y abrigo a las que siempre se ha enfrentado el hombre: casa y ropa.
De la misma manera en la que el hombre renacentista vestía y vivía de una determinada manera, el hombre contemporáneo hace lo propio en la sociedad actual y así, conocer y reinterpretar la ropa actual (fundamentalmente la vanguardia) me puede servir para seguir investigando en nuevas maneras estéticas de comer, dormir o incluso, por qué no, evacuar.
Hombres y mujeres que visten como me muestran las páginas de esta nueva biblia, no pueden vivir (imagino) en casas convencionales de 90 m2 con 2 o 3 habitaciones, pasillo, cocina y baño. ¿O quizá sí? ¿Cómo están revestidas esas casas?¿De qué forma son o de que material están construidos los armarios en los que se guarda esa ropa?
Inicio la serie con Aitor Throup, de padres británicos pero argentino de nacimiento. Su manera de mostrar la ropa que diseña, la potencia de sus dibujos (no figurines de moda) o la sencilla claridad con la que explica su trabajo me sugiere y me ayuda en mi propia búsqueda. Dice Aitor Throup:
Mi trabajo consiste principalmente en encontrar una razón para crear o diseñar cualquier cosa. Me interesa justificar todos los rasgos del diseño y evitar los detalles gratuitos.
Luis Cercós (LC-Architects) http://www.lc-architects.com/