La ajedrea es una planta bastante pequeña de forma leñosa y con ramas de tipo herbáceo. Se trata de una especie que recibe el nombre binomial de Satureja montana. Es de naturaleza muy frondosa y con hojas enfrentadas, de forma estrecha y bastante aguda. Las flores que da la planta de ajedrea son de color blanco y nacen a partir de las axilas de las hojas superiores de esta planta.
Las zonas típicas de crecimiento para la planta de ajedrea son sitios como laderas y tierras calcáreas. La ajedrea siempre florece en invierno. Con fines medicinales la parte que más interesa de esta planta son las hojas y las partes florales. El sabor de la ajedrea al paladar es ligeramente picante.
La composición de la planta de ajedrea, rica en ácidos fenólicos, le confiere a esta planta una excelente acción antiséptica. La esencia de ajedrea en estado concentrado no solo es un muy buen antiséptico, sino que también ha probado tener buenos efectos como aperitivo y tónico digestivo. Asimismo, la ajedrea puede ser utilizada como antidiarreico natural. En la administración de esta planta medicinal, de todas maneras, es necesario tomar algunas precauciones preliminares dado que se ha reportado la aparición de erupciones cutáneas después de su consumo (es necesario tener una predisposición a las alergias para desarrollar esta reacción).
Si queremos preparar una infusión a base de ajedrea necesitaremos una cucharada de hierba por cada taza de agua que vayamos a preparar. Debemos desmenuzar las hojas muy bien antes de colocarlas en el recipiente de infusión, dejar en contacto por unos 10 minutos, filtrar y beber. La esencia de ajedrea se consume después de las comidas, preferentemente sobre un terrón de azúcar. La dosis recomendada de esta esencia es de entre 3 y 5 gotas al día.