La búsqueda de la belleza tiene mucho que ver con encontrar la armonía, el equilibrio necesario entre las partes y el todo. Ese es el objetivo de la mayor parte de los proyectos, arquitectónicos o no.
Alcanzar una vida armónica es sinónimo de bienestar. Ordenar los espacios, eliminar lo superfluo, desmontar lo innecesario son cosas que creo que hacemos bien en nuestro despacho de arquitectura y así, la mayor parte de nuestros proyectos de rehabilitación empiezan por ahí, eliminando todo aquello que nos produce desasosiego.
En busca de Bobby Fischer (Steven Zaillian, 1993) despertó en mí un interés por el ajedrez. Antes de ver la película había jugado alguna vez de niño y sabía mover las fichas, pero no encontraba extraordinario aquel mundo de 64 escaques del que algunas personas han hecho metáfora de la propia vida.
Vasili Smyslov, ex campeón del mundo de ajedrez, murió el 27 de marzo de 2010 a los 89 años de edad. Se pasó la mayor parte de su vida buscando la armonía, como no podía ser de otro modo en alguien cuyas dos grandes pasiones eran la música y el ajedrez:
“Mi estilo en ajedrez y mis preferencias musicales se inclinan a un ideal de perfecta belleza, de armonía esencial, que para mí es la expresión más alta de la espiritualidad.
Todo el mundo entiende lo que es la armonía musical. En el ajedrez, la armonía es la buena coordinación de las piezas, el equilibrio en su ubicación, y la capacidad de evaluar una posición de un simple vistazo”.
Parece sorprendente la sencillez con la que el gran maestro define una búsqueda que puede aplicarse casi directamente a cualquier disciplina artística (arquitectura, por supuesto, incluida).
Luis Cercós (LC-Architects)
http://www.lc-architects.com