Y final para el otro anime que he seguido desde que comenzó en la pasada temporada de Otoño, contando con un total de 24 capítulos. A menos que haga una maratón de alguna serie, no contéis con ver más reseñas de anime en un tiempo, ya que de la temporada de Invierno no me he animado a ver ninguna de lo floja que me parecía (y que, de hecho, ha sido).En cuanto a Akatsuki no Yona, se trata de un shôjo de Mizuho Kusanagi que lleva 17 tomos a sus espaldas y sigue abierto. Si alguien se queda con ganas de más tras acabar el anime, éste adapta los primeros ocho tomos de manera bastante fiel, así que puede continuar con la historia a partir del #9 ;)
ArgumentoYona es la única princesa del reino de Kouka y, como tal, lleva una vida lujosa y sin preocupaciones. Lo tiene todo: las mejores ropas, la más deliciosa comida, un padre que la adora, y a su guapo primo, Soo-won, del que está enamorada y que parece corresponderla con el mismo sentimiento. Si su guardaespaldas Hak dejara de ser tan irritante con ella y su cabello no fuera tan rojo, todo sería perfecto.
Pero este tranquilo estilo de vida llega a su fin el día en que una de las personas en las que Yona más confiaba la traiciona. Una traición que hará añicos todos sus sueños y que la obligará a huir de su propio hogar. Pero esto también supondrá el renacer de una vieja leyenda, la de los descendientes de los dragones.
Reseña
Después del chasco que fue la olvidable Soredemo, temía la nueva adaptación shôjo del Estudio Pierrot. Sin embargo, fue empezar a leer el manga para ver de qué iba la cosa y ver que era una serie muy superior y que muy mal tendrían que hacerlo para fastidiarla. Si a aquella le tenía ganas, y estuve bastante ciega a un mal desarrollo, por culpa de mis ansias por tener una nueva serie del género que me emocionase, ésta es, en cambio, lo que yo había querido y esperado.
Si tengo que decir algo malo de ella, es que acaba resultando una temporada meramente introductoria. Personalmente no me ha molestado su ritmo, pero aviso de que su (probablemente única) pega es que puede resultar lenta. Ya digo, no es mi caso, en mi opinión tiene el ritmo perfecto para ir conociendo a los personajes, de manera que hasta los que acaban siendo enemigos de la protagonista tienen su trasfondo, sus motivaciones y también, sus sentimientos complejos.
Como decía, aún así, se queda en una presentación de la trama y los personajes. La serie ha puesto las cartas sobre la mesa pero no ha empezado aún el juego. Con decir que el último personaje importante aparece en el último capítulo. En este sentido hay que decir que los dos openings y los dos endings, a pesar de ser magníficos todos, cada uno en su estilo, son unos spoileadores bestiales. Recomiendo a quien vaya a empezar la serie que se abstenga de verlos hasta que no la haya acabado.
De momento, lo que se ha visto es una maduración de Yona, que de princesa mimada e ignorante pasará a convertirse poco a poco en una guerrera ¿por venganza? ¿pare recuperar su posición? ¿o...? Tendréis que ver la serie para descubrirlo. La serie tiene múltiples puntos de vista importantes, hace dudar de lo justo y lo injusto, muestra realidades duras y llega a emocionar. Pero también, una vez se supera el inicio relativo a la traición, con la incorporación de secundarios, va ganando puntos cómicos. Además, ese elenco que se va formando tiene cada uno una personalidad definida por las circunstancias en que ha vivido, lo que les da un trasfondo realista.
Y en cuanto al romance, aunque hablamos de un shôjo (*ojos en blanco*), no tiene un papel protagonista. Si teméis un harén en torno a Yona, vedla tranquilos. Hasta donde abarca la serie, todo el amor romántico que hay se limita al triángulo de su inicio. Los sentimientos que predominan aquí son los de cariño a la familia, de amistad, respeto... Sólo hay unas pocas y contadas escenas románticas, las suficientes para que emocionar pero que no llegan a eclipsar la aventura.De la adaptación, en comparación a la otra serie mencionada, Pierrot ha hecho un trabajo considerablemene mejor. El diseño de personajes, muy fiel al original, está mejor realizado. La animación es buena, no hay metidas de pata apreciables pero tampoco hace grandes alardes salvo en momentos muy puntuales. Y en cuanto al apartado sonoro, ninguna pega, ya he dicho que las canciones de OP y ED merecen la pena y, en general, la BSO casa a la perfección con la serie. Espero que le hagan una muy merecida T2.
Podría seguir alabando la serie todavía un buen rato más, pero creo que no hace falta. Una buena historia, magníficos personajes, animación más que decente, momentos cómicos, dramáticos, emotivos que van dando paso unos a otros a la perfección. Una serie equilibrada que puede gustar a todos los públicos que le den una oportunidad y que la pega es que sabrá a poco. Un shôjo de aventuras de corte clásico como hacía tiempo que no veía y disfrutaba.