Revista Opinión

Akenatón

Publicado el 05 diciembre 2018 por Carlosgu82

Personaje destacado en la historia del antiguo Egipto, faraón de la XVIII dinastía, fue el inspirador de un nuevo sentir religioso que conmocionó las bases de la espiritualidad de su pueblo.

Amenofis IV, conocido posteriormente con el nombre de Akenatón, sucedió a su padre, Amenofis III, en torno al año 1379 a.C. la reforma religiosa que caracterizó su reinado dio origen a un nuevo culto, de carácter monoteísta, por el que Atón, el disco solar, sustituyó a los demás dioses egipcios, y especialmente a Amón. La nueva religión se basaba en la expresión de gratitud hacia el dios solar, que con su calor daba vida a todos los hombres y animales.

Akenatón

Amenofis, enemistado con los sacerdotes tebanos de Amón, trasladó la capital de Egipto a la ciudad de Aketatón ( el horizonte de Atón) en el actual Tellal-Amarna, y cambió su propio nombre por el de Akenatón, el servidor de Atón

Junto con la reforma religiosa, introdujo una importante modificación en el arte Egipcio, que durante el período conocido como de Tellal-Amarna perdió su tradicional carácter  hierático y estático y se hizo más humano y naturalista. La preocupación por las cuestiones religiosas apartó al faraón de los asuntos políticos y militares, y especialmente de la amenaza que suponía la penetración de los hititas en los territorios septentrionales. Las intrigas de los sacerdotes de Amón y los cortesanos desafectos al monarca propiciaron el repudio de éste a sy esposa Nefertiti y favorecieron el nombramiento de Smenkere como sucesor en el trono. Tras la muerte de Akenatón, en 1362, Egiopto abandonó el culto a Atón y recuperó la antigua religión.


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