Mireia c. Saladrigues, Akron, 2011. Foto: Camilayelarte
Una pequeña sala fría como el propio Agramunt acoge un proyector de más de cien años de antigüedad, ante él se sitúan 8 paneles que sirven tanto de mapa conceptual del proyecto como de propio soporte a una futura proyección de material que jamás habría sido posible proyectar con ese proyector puesto que en sus tiempos había sido propiedad de Acción Católica. El proyecto presenta dos imposibilidades, por un lado tenemos la propia imposibilidad de poner en marcha el proyector debido a su antigüedad y por el otro el hecho de que el material que se pretende proyectar no hubiese sido aceptado por Acción Católica en los tiempos en los que el proyector sí hubiese podido funcionar.Mireia c. Saladrigues, Akron, 2011. Foto: Camilayelarte
Akron, es un work in progress o así nos lo hacen pensar los paneles frontales, donde nos advierte de que el final nunca es cerrado ni unívoco. Bajo el proyector y en medio de una maraña de negativos de película un papel nos anuncia la fecha del próximo pase, el 13 de febrero. Así pues, ¿realmente se proyectará algo? ¿Podría ser que finalmente nada fuese imposible?¿Habrá que acudir el 13 de febrero, día en que finaliza la exposición, para comprobarlo? o correremos el riesgo de hallar por única compañía el canto del búho que tanto abunda en Agramunt?