Al abrigo del mar de Beatriz Manrique

Sinopsis:                     
Astrid Sell es una joven educada en un entorno refinado y acomodado. Una dama con clase que entiende lo que se espera de ella conforme a su posición.Román Guirao es un joven humilde que trabaja desde su niñez en la taberna familiar. Un hombre que sabe que las mujeres como Astrid están vedadas a los hombres como él.El periodo estival, un paseo por la costa de Mojácar y el vuelo de un sombrero provocarán el encuentro de estos dos jóvenes cuyo amor deberá enfrentar sus diferencias sociales, así como diversas adversidades que pondrán a prueba la veracidad, la lealtad y la fortaleza de sus sentimientos.Una novela enmarcada en la sociedad almeriense de la última década del siglo XIX, cuya riqueza derivada de la minería, se convertirá en el escenario de la historia de dos personas con unos orígenes tan alejados como diferentes.

Opinión personal:

Ya sabéis que me atraen de manera especial las novelas ambientadas en territorio nacional. Tenemos una historia muy rica que poco se explota. Ese es, para mí, junto con el estilo de la autora, uno de los grandes alicientes de «Al abrigo del mar».
El romance sigue un esquema clásico emulando a las novelas de antaño, donde la relación entre ambos protagonistas lleva el gran peso de la trama, aún así, el entorno que les rodea me ha resultado muy importante y estimulador. 
La novela está ambientada en Almería a finales del siglo XIX y nos cuenta la historia entre Astrid, hija de ingenieros de buena posición que cada verano acuden a veranear a Mojácar; y Román, quien sale a pescar cada mañana para suministrar material para la taberna familiar en la que trabaja.
Es la historia de un romance imposible dada la diferente condición, tanto social como económica, de la pareja, pero una casualidad hará que estos dos jóvenes se conozcan y decidan, pese a toda buena conducta, romper la norma social que les impide mantener contacto. Beatriz Manrique consigue reflejar de forma concisa la distancia que los separa, no tan solo en referencia a la de clase social, sino remarcando que  el estatus y la economía no tan solo influían en la manera de vivir, sino también en la cotidianidad del trato entre los mismos miembros de la familia. Y, además, queda muy marcada también la diferencia entre el carácter de los países del norte y la cercanía del carácter del sur.Para ello, los personajes secundarios tienen un remarcado papel, no tan solo para retratarnos el carácter de los personajes y la situación en la que se encuentran sino para situárnoslos en el entorno al que pertenecen y las diferentes conductas que en su clase se adoptan.
Es una historia sencilla, pero no por ello menos bonita, son tantas las escenas tiernas que se encierran entre sus páginas que puedo decir que es casi una sonrisa constante la que tienes mientras lees. Una lectura muy dulce escrita de forma elegante y muy correcta. Yo las disfruto mucho, la verdad.
Si puedo ponerle alguna pega es que me ha faltado más climax. Intento explicarme: si bien es cierto que ─ sin ánimo de desvelar mucho la trama ─ los amantes se verán sorprendidos por muchas complicaciones que los separarán en varias ocasiones, he echado de menos algún que otro giro que me sorprendiera más como lectora. Además, creo que al final la autora reitera el mismo esquema. Y hasta ahí puedo decir.De todas formas, mediante el recurso de romper el hilo temporal, intercalando pasado y presente, consigue mantener la curiosidad de lo acontecido.
Pese a mis «peros» ─ ya sabéis que siempre los tengo ─, quiero dejar claro que he disfrutado la lectura. Es de esas novelas que demuestran que no hay que hacer tramas demasiado complicadas para satisfacer al lector.
Me ha gustado mucho Astrid, esa inteligencia que la mueve a pasearse entre los dos mundos, el familiar y el de su amado. Intentando estar conciliada con ambos en todo momento. Pero, sobre todo, la fortaleza que se esconde detrás de esta joven que se ha criado en un marco tan cerrado y en la que la autora sabe reflejar tan bien la poca libertad y los inexistentes recursos con los que contaban las mujeres de aquella época sin una familia o un marido que las respaldara. El paso de esa inocencia y dulzura a esa determinación por defender aquello que ama me ha encantado.
A Román lo adoras desde el principio. Ese joven con un corazón enorme que no puede evitar que el desamor le agrie el carácter y el orgullo le reste dulzura.  He tenido mis más y mis menos con él, pero quizás por eso es un personaje que me ha gustado.
En su conjunto, «Al abrigo del mar» me ha resultado una lectura muy dulce, quizás me ha faltado ese «no sé qué» que la hiciese redonda. Una novela con muy buena adaptación en la que los habitantes y las costumbres del pueblo de Mojácar forman un escenario que enriquece la historia. La propia autora al final nos detalla la gran documentación que hay detrás de la novela. De la buena, de la que apenas se nota y pasa desapercibida, totalmente entremezclada en la historia.Una trama que me ha parecido muy creíble con las dificultades y la dureza de la situación de Astrid y ese orgullo marcado de Román con  unos sentimientos que la autora sabe reflejar muy bien.
Como anécdota que me ha hecho gracia, lo que aquí se nombra como «Ajo colorao» en el pueblo de mis padres se llama «atascaburras». Una comida típica del campo que con el tiempo lamentablemente se perderá.
Me quedo con la sonrisa que me ha dejado la lectura y esa forma de escribir, dejando de lado que soy más de diálogos para darle cierta agilidad, que tanto me hace disfrutar.
Desde que leí «Un sombrero en el corazón» he seguido de cerca las publicaciones de esta autora, con esta son tres, y continuaré tras su pista porque tiene la capacidad de escribir historias bonitas con sencillez a la vez que te hace disfrutar y aprender de pequeños detalles de la historia.

Datos de interés: Ficha de la novela - Ficha de la autora  - Web de la autora:

Pepa