Empezamos el verano y es momento de que la bubu le pierda el miedo al agua y empiece a tomar sus clases de natación, que es parte importante en el desarrollo de un bebé. Según hemos estado investigando existen varios lugares preparados para recibir a niños de corta edad para que empiecen en el mundo de este líquido elemento, incluso me dijeron que mi hija pudo haber empezado en este mundo mucho antes pero para nosotros este verano es el mejor momento para su iniciación.
Como dije hay varias instituciones para elegir y nosotros escogimos a la que tenemos más cerca de casa y que casualmente es la misma academia en donde yo aprendí a nadar hace un monto de años atrás, creo que empecé cuando tenía 6 años, así que esa academia debe existir desde hace más de 40 años, se llama Ismael Merino y conozco a dos familias que llevan a sus bebes ahí así que qué mejor lugar que ese y no es por desmerecer a las demás academias solo que por ubicación estratégica y experiencias conocidas fue la elegida.
Obviamente la bubu no entra sola a la piscina, según las reglas de juego debe estar acompañada por un adulto sea su papá o su mamá así que para la primera clase yo fui el elegido, ¿qué sorpresa no? ¿será porque soy el que sabe nadar? Las recomendaciones que se deben tener para asistir a estas clases, al menos en este lugar, es el uso obligatorio de un gorro de licra, tanto para el papá como para el bebe y todo bebe debe usar el pañal especial para el agua, esos que venden en las tiendas que son hechos para el agua, aparte de esas dos cosas nada más, no hay que usar ropa de baño especial o wetsuit o nada del otro mundo. Lo otro que me pareció genial es que las clases son para no más de 5 bebés a la vez y tienes al instructor metido en el agua contigo todo el tiempo, para nuestro caso es una señorita la que nos acompaña en el agua y que te lleva de la mano paso a paso y te las indicaciones de cada ejercicio que se debe realizar.
Las clases para nuestro caso son todos los sábados desde las tres de la tarde y duran solamente 30 minutos, que se pasan volando, parece que ya te están botando del agua y que recién acabas de entrar, al menos es la sensación que tengo pero imagino que para los bebes es más que suficiente esa cantidad de minutos, por alguna razón lo habrán hecho así. Si quieres más veces a la semana también hay pero por motivos de mi horario de trabajo como que en la semana se me complica demasiado el poder llevarla y no hay turnos de noche así que menos todavía.
Ya llevamos tres clases y hasta ahora vamos muy bien, la bubu no le tiene miedo a nada y la verdad es que me sorprende bastante, no es que sepa nadar en estilo libre ni nada de eso pero al menos no se queda atrás, como le gusta el agua tiene eso a favor y los ejercicios que vamos haciendo cada semana van aumentando su contacto directo con el agua, al inicio era llevarla de un lado a otro y de a pocos hacer que no le tenga temor al agua, hoy por ejemplo la sentamos en el borde de la piscina, le estiras los brazos y se lanza como si nada, también hoy fueron sus primeras inmersiones, como si fuera un submarino, la agarras de las axilas y la hundes literalmente en forma lateral contando hasta tres para de ahí sacarla del agua, de repente suena un poco barbárico pero he visto varios videos en la web y la verdad que lo que nosotros estamos haciendo no es casi nada en comparación con las otras cosas que en otras partes del planeta hacen con los bebes cuando les están enseñando a estar en el agua.
Nuestra intención inicial era probar como nos iba con la bebe y el agua pero como vemos que la cosa va bastante bien vamos a alargar estas clases todo el año si es posible y de paso yo retomar la natación ya que me va a ayudar bastante con mi tema de la columna. Así que ya saben, si sus hijos están aburridos pueden llevarlos a que aprendan a nadar, en caso de que no estén ya llevándolos a realizar otras actividades de fin de semana.