Tiene gracia que la película se estrene en época electoral , quiero decir en "era electoral", por aquello de que habrá que pasar seguramente de nuevo por las urnas. Y más que gracia, lo que tiene es vigencia reivindicativa. Cuesta creer, que hace tan poco tiempo lo de voto femenino fuera pura quimera, (todavía hoy en otros países). Sufragistas es la historia de todas esas mujeres que lucharon por conseguir el voto. Y lo tuvieron que hacer como supieron, muchas veces incluso en contra de quien tenían más cerca, de quien más se supone que las querían.
Una de las bazas de la película es que está magníficamente ambientada, con un trabajo de fotografía muy especial para conseguir esos colores grises y apagados que nos trasmiten hasta la humedad y la suciedad de aquel Londres de principios del siglo XX. Y resulta que el responsable de todo esto no es otro que el director de fotografía español, Eduard Grau, el mismo responsable de fotografía de la increíble Buried. Y como en aquella peli, en Sufragistas se nota el trabajo que hay detrás de los actores.
Casting que encabeza la inmensa Meryl Streep, aunque su participación se ciñe a prácticamente tres escenas. Pero la que destaca es Carey Mulligan, que ya me cautivó en An Education.
En resumen, Muy recomendable.
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