La ciudad monumento en la que el mismísimo Perucho Figueredo entonó por primera vez las notas del Himno Nacional de Cuba, se muestra hoy más que solidaria ofreciendo ayuda a los territorios evastados por el paso del huracán Matthew.
En Bayamo dicen que solidaridad no es dar lo que les sobra sino compartir lo que se tiene.
En realidad nada sobra en bayamo, más bien falta. Las autoridades han decidido enviar ayuda en materiles de la construcción a Guantánamo y Santiago de Cuba, las zonas más afectadas por el huracán Matthew.
Olvidan los funcionarios que el huracán del abandono tiene muy afectadas a las construcciones coloniales de la ciudad que luce una arquitectura colonial de los siglos XVIII y XIX muy afectada por el paso del tiempo y de la indolencia.
Bayamo es una joya cara. Requiere de madera, tejas estilo Españoly Francés, mano de obra especializada y un buen presupuesto para recobrar su esplendor de antaño.
Paredes, techos y construcciones que sobrevivieron el incendio histórico de 1869 están pidiendo nuevamente agua por señas.
Aunque la provincia Granma dispone de canteras naturales de arcilla, piedra y arena, los materiales de la construcción para cicatrizar las heridas que muestran sus estructuras, en Bayamo parecen desconocerlo.
Según su periódico oficialista La Demajagua, en estos momentos la planta de cerámica roja bayamesa, con capacidad para producir más de 50 Mil tejas mensualmente llevaba tres años parada y recién caba de reiniciar sus faenas, sólo que sus producciones serán destinadas únicamente a los territorios afectados por Matthew, por lo que Bayamo se queda fuera de la lista.
Y no es que Bayamo se oponga a la ayuda de los más necesitados, pero en casa del herrero no siempre puede haber cuchillo de palo.
Con información de CUBANET y La Demajagua.
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