Revista Deportes
Qué bonito es el fútbol. Qué maravilloso es ver a dos equipos al ataque, defendiendo con el balón, presionando al rival, luchando por la victoria, dando espectáculo.
Ayer, dos equipos con una misma filosofía, con una gran cantidad de recursos, con el espectáculo por bandera, dieron una lección de lo que debería ser este deporte, de respeto a quien paga una entrada por vivirlo, de salir a disfrutar y a hacernos disfrutar a los que lo vemos.
Me dirán que hay quien no disfruta con esto, y lo entiendo. Un amigo mío, no hace falta hablar de sus gustos deportivos, disfrutó mucho más con el pisotón de Pepe a Messi o con algún codazo de Ramos a cualquiera de sus rivales, pero hablo de la gente a la que le gusta verdaderamente el fútbol.
Y es que ayer por la tarde, la casualidad hizo que me pusiera a ver la película de Messi, su historia, sus goles de niño, su sufrimiento por la enfermedad, sus primeroa tiempos en Barcelona, y allí aparecían Rijkaard, Ronaldinho y tantos otros, pero también Pep Guardiola, hasta hace cuatro días nuestro gurú, y ayer enemigo.
Y cuando llegó Pep al partido, hizo de todo para cerrarle los caminos a Messi, tapando a Busquets, presionando en medio campo, subiendo la defensa al límite, y ciertamente, muchos empezábamos a pensar que iríamos sin goles a la vuelta en Munich.
Pero, como en el cuento de Monterroso, al despertarse Guardiola, de repente, Messi todavía estaba allí, y aprovechó un leve error, un metro de distancia en la marca, en un robo fantástico de Alves, para abrir el marcador y demostrar que su ex jefe tenía razón, que es imposible pararlo cuando está enchufado.
Y 2 minutos después , el mismo Messi ridiculizó a Boateng, convirtiéndolo en el nuevo Alkorta, partiéndole la cintura, para pintar una obra de arte ante la salida de Neuer que hasta el minuto 75 era el pulpo que todo lo para.
Decía Mike Tyson que "uno siempre tiene un plan, hasta que recibe el primer golpe". Pues ayer a Pep le dieron dos sin tiempo para curarse del primero y se le fue el plan a ese sitio al que muchos enviamos los planes cuando es difícil que funcionen.
El Bayern intentó la heroica, se lanzó a la carga como un ejército sin capitán, para intentar en los minutos finales lograr un gol que les pusiera la eliminatoria a favor, pero el valor a veces se paga caro y entre Suárez(que se dejó la piel en este último esfuerzo), Messi(¡como no!) y Neymar en su última carrera, dejaron la eliminatoria encarrilada con el tercer gol.
Tener al mejor del mundo hace más fácil las victorias, sabes que en cualquier momento va a inventarse algo, va a encontrar el hueco donde no existe, va a embellecer el momento para que parezca eterno.
Que no tiene nada que ver con marcar un gol en un rebote, aunque valga lo mismo
PD: que nadie se confíe, que aún no hemos ganado nada(aunque pinta muy bien)