Al escenario del crimen

En el verano de 2012, todos los medios de información dieron la noticia de un gran incendio provocado en la Sierra Oeste de la Comunidad de Madrid .

Es cierto que los incendios forestales en los alrededores de la capital cobran mayor cobertura mediática que en otras zonas, pero este incendio era algo distinto, afectó a zonas protegidas y hubo varias urbanizaciones que estuvieron a punto de ser calcinadas. Como es lógico la seguridad de las personas es la prioridad para los servicios de emergencias, por lo que hubo que centrarse en en alguno de los frentes del incendio.
El incendio finalmente arrasó unas 1200 Ha de monte en los municipios de Robledo de Chavela, Santa María de la Alameda y Valdemaqueda, en zonas con figuras de protección de la Red Natura (Zec de las cuencas de los ríos Alberche y Cofio).

Fuente: “El País”

Siempre me llamó la atención el monte 185 de Utilidad Pública, en Valdemaqueda. Un monte en el que residen gran parte de los animales protegidos de la Comunidad de Madrid (águila imperial, buitre negro, cigüeña negra,…) y que desde mi punto de vista se ha dejado muy “a su aire” teniendo en cuenta que en este caso el gestor del monte es además el propietario.
Cualquiera que se diese un paseo por este monte podría ver que hay zonas de una densidad excesiva de pies, otras con muchos derribos por viento y en general un monte poco cuidado, posiblemente con el fin de no perturbar a la fauna que reside en dicho monte.
Es cierto que las especies protegidas hay que considerarlas como un beneficio para nuestros montes y a fin de cuentas es una riqueza para todos, pero no es menos cierto que se pueden compaginar acciones forestales en épocas de menor afección a estos animales. Hace ya algunos años, dando una vuelta por el monte realizando un estudio del estado de las pistas forestales me surgió una duda: “y cuando se hayan caído todos los pies o se haya quemado el último pie del monte, ¿seguirán estas aves anidando aquí? Y la única respuesta que se me ocurría era un rotundo No.
Espero que este incendio sirviese a muchas de las personas contrarias a las actuaciones forestales a convencerlas de que éstas son necesarias para asegurar la sostenibilidad y el equilibrio de este monte y que puede ser la única forma de asegurar el bien estar de las especies a las que defienden.
Esta semana nos acercaremos al monte 185 UP a Valedemaqueda a ver cómo avanzan los trabajos de repoblación tras el incendio, así que próximamente os comentaré mis impresiones al respecto.