Al final de la calle 118 de Clara Cortés
Plataforma Neo
Vivir al final de la calle 118 no es fácil. La madre de Valeria y Raven las abandonó hace años sin dar explicaciones y ambas han tenido que aprender a ganarse la vida. Mientras Valeria tiene un insignificante trabajo como modelo, su hermana patea la ciudad en busca de hombres a los que seducir para pagar el alquiler a cambio de sus servicios. Valeria pensaba que todo seguiría así para siempre… hasta que escucha la música de aquel chico al final de la calle, junto a su casa, y sus miradas se cruzan. Desde ese momento, una serie de curiosas coincidencias llevará a los personajes de esta novela a cambiar sus vidas como nunca se hubieran imaginado.
Para empezar he de decir que este no era un libro del que me esperara gran cosa, sigo a la autora en twitter desde hace tiempo y a veces he leído algunos tweets que me han gustado y me hicieron pensar que podría gustarme como autora, porque potencial parecía tener. Sin embargo la sinopsis me asustó un poco, pues este tipo de géneros puede gustarme o resultarme muy pedante, es difícil en ocasiones dar con la mezcla que me satisfaga. A pesar de todo hay que decir que Clara ha sido la ganadora del premio Plataforma Neo/La Caixa y que está muy bien merecido pues para mi ha logrado ponerse a la altura de libros que tengo muy bien valorados como Eleanor y Park o Amy y Roger
En esta historia contamos con una variedad bastante aceptable de personajes, a todos se los conoce y quiere, aunque unos tienen más importancia que otras, aún así todos me han gustado. La protagonista es Valeria, una chica que desde el primer momento me encantó por su respuestas ásperas y sin contemplación, una chica fuerte, lista y, que aunque no sepa exactamente que es lo que quiere a veces, tiene un carácter bastante digno de parecer quererlo. Es una chica madura con un pasado que la atormenta pero no se va a llorar a una esquina por ello. Y si Valeria es fuerte la hermana, Raven, es una bomba de relojería. Con Raven vemos un punto de vista todavía más negativo del pesimismo que siempre arrastraba Valeria, Raven es una prostituta sin remedio, que odia su trabajo pero lo esconde tras una máscara al parecer impenetrable. Su papel la verdad es que me ha sorprendido mucho y me ha dejado sin palabras porque Raven tiene mucho dentro y si Valeria sufre Raven me da la sensación de que lo hace más. Ambas son la imagen del pesimismo y optimismo, de la fuerza y las grietas, son un conjunto explosivo en la historia y sus actitudes me han gustado mucho. Por tercero más importante tenemos a Simon, el chico de la historia que no tiene tanto que contar, es más el apoyo moral que se encuentra detrás y la verdad es que es un chico bastante mono, imposible no sonreír cuando se le ponen rojas las orejas -para mi será siempre el chico de las orejas rojas-.
También ha habido otros que, como ya he dicho, me han gustado, aunque tal vez no han tenido tanta relevancia en la historia, sino que más bien han ido aportando su pequeño granito de arena y han hecho de este libro una historia más cuca.
Pero sí, me han encantado estos tres personajes, sus situaciones, sus diálogos, TODO. Y a pesar de lo que pueda parecer por la sinopsis, en este libro el romance es algo más como una amistad que avanza lentamente, no os encontraréis romance como tal sino algo bastante más light y lo que supone el chico, un apoyo moral.
El libro cuenta con una trama que fluye fácilmente, se lee de una manera que no te enteras de que llevas muchas páginas leídas hasta que lo miras. Es muy fácil introducirse en la historia desde el principio y Clara te atrapa con todas las situaciones que tiene para contarnos. Además me ha parecido una historia peculiar, su forma de narrarlo me ha resultado diferente y muy ameno, absorbente de una manera que no me esperaba en absoluto.
Y también me ha gustado es forma tan especial de hacerlo todo. Realmente nunca había leído un libro que pudiera introducirte el tema de la prostitución, que use palabras adecuadas para la situación pero que a pesar de todo se note profesionalidad, se moldee una historia bonita a partir de todos los males que acompañe a estas hermanas. Sí, me ha sorprendido bastante ese punto optimista y pesimista simultáneo, y me ha encantado.
No tengo ninguna cosa mala que decir del libro, tal vez el hecho de que haya tantos feels respecto del libro me ha abrumado pues ya digo que me esperaba algo menos y la autora llega a nuestros sentimientos, los coge, lo adorna con flores preciosas y los tira por la ventana. Así, sin más, lo entenderéis cuando lo leáis. Pero no, no me quejo pues hasta con eso disfruto, porque el libro te introduce en la historia y te hace sentir cosas, eso no se puede decir de todos los libros.
Que vale la pena, que tenéis que leerlo, que no sé como convenceros pero de verdad que este libro os sorprenderá, sea lo que sea lo que buscáis os sorprenderá. - me estoy riendo, esto no es bueno -
En definitiva, Al final de la calle 118 ha sido una historia que ha dejado una huella en mi, me ha cautivado y absorbido, la historia es una delicia, cada una de sus páginas lo es y creo que debéis leerlo. De verdad, hacedlo.
PARTE CON SPOILERLo necesito...
¿De verdad? O sea, en serio, ¿de verdad? Las cosas iban bien, empezaron mal, muy mal, sufrieron mucho, muchísimo y ahora que las cosas empiezan a ir bien, que no me importaba tener un final feliz, que se me estaba formando la sonrisa en la cara, va y se carga a la prota... Y no solo por Simon, ahora que Raven empezaba a ser Rachel, la pobre que ha sufrido tantísimo, que se quedó sola, que tuvo que sufrir un trauma para seguir cuidando a la hermana y al final esto. En fin, a mitad de libro yo estaba pensando que ojalá no tuviera un final feliz de cuento de hada pero esto ya es ir al extremo... Pero bueno, da una visión de la vida realista, no todo tiene por qué acabar bien.
Aunque he de hacer una confesión: me gustó y yo tal vez hubiera hecho lo mismo, pero quitando la última hoja de Simon con la chica, así todo queda peor XD Que ya que estamos haciendo sufrir lo dejamos en un completo sufrimiento ¿no?
Soy malvada y me quejo de la malvedad, esto no tiene cura. Lo cierto es que después de pasar el lapsus pienso en la gente que vaya a leerlo y me río -Dios quiera que nunca me de por escribir-
Nah, realmente me ha gustado el final pero me sorprendió MUCHO, pero así no se olvida :D