¿De qué va?
John Russell (George C. Scott) es un prestigioso compositor que ve cómo mueren su mujer e hija en un accidente de tráfico. Abatido, alquila una vieja mansión lejos de su ciudad y recuerdos. Allí descubrirá extraños sonidos y sucesos que le embarcan en una búsqueda de la verdad sobre la muerte de un niño.
La crítica
A primera vista, un planteamiento sencillo. Mil veces visto y oído, pero debéis hacer un esfuerzo mental y trasladaros al año 1980. El cine de terror estaba poniendo los cimientos de lo que es hoy en día. Es decir, nuestros referentes son muy distintos a los que existían a principios de la década más risueña del cine. 'La profecia', 'La matanza de Texas', 'El exorcista', 'Terror en Amityville', 'La noche de Halloween' eran algunos de los referentes más sólidos en cine de terror con los que se contaba por aquel entonces.
Es obvio que este film tuviera ese look tan vintage que hoy en día presenta. Los 80's comenzaban a aflorar, el cine escribía y establecía los puntos básicos de lo que popularmente entendemos hoy en día como clichés o tópicos del cine de terror. Peter Medak dirigió una película que aglutina numerosos patrones que han sido copiados hasta la saciedad. Quizás nos parezcan desfasados, sin embargo, en 1980 fue una explosión de originalidad.
La primera hora es de puro terror psicológico. Presenciaremos imágenes y golpes de efecto que hasta al más duro y experimentado aficionado al cine de terror sentirá escalofríos. Recomiendo encarecidamente el visionado de esta cinta de noche. La obsesión que refleja John Russell tratando de encontrar respuestas a los sucesos que está viviendo en la casa los hemos visto años después en multitud de títulos ('Poltergueist', 'Los otros', 'Expediente Warren', 'El ente', 'Insidious', 'El último escalón' o 'El orfanato'). Los sonidos, golpes, sesiones de espiritismo, psicofonías u objetos que se desplazan, así como el uso de elementos sobrenaturales, fue en esta tratado de una manera que estableció un punto de inflexión.
Para ser canadienses los responsables del rodaje, no se les dio mal. Teniendo en cuenta el tiempo pasado, que se ha convertido en un título de culto y que contiene escenas que han trascendido en la cultura popular, no puedo sino decir que 'Al final de la escalera' es una pequeña joya del cine de terror.
La combinación de imágenes, efectos sonoros y música está perfecta. Es una muestra de buen hacer para crear esa atmósfera de alejamiento y sueño que la historia necesita. El uso del plano subjetivo (el espectador ve en primera persona) como un personaje más, hace que Medak nos adentre más aún, comprometiéndonos en la búsqueda. La banda sonora, con una nana que pone los pelos de punta, está ensamblada de manera soberbia, todo un ejemplo en años venideros (atención a la caja de música que sale en el film). Son sus grandes aciertos, pues aunque la historia, sencilla e inocente, tiene una desventaja: se transforma.
Pero volviendo a la historia, tras la primera hora, se transforma. Se convierte en un film de misterio e investigación. Tal vez demasiado. Como dando un descanso de sustos y miedo al espectador. También es probable que debido al escaso presupuesto, fuera una opción. Descarga toda su munición en los 60 primeros minutos, con efectos especiales carentes de cualquier magia que hoy serían hasta ridículos. Son efectos especiales artesanales. Hechos con mimo y gusto, difíciles de ver en la actualidad.
George C. Scott, un gran desconocido ('Patton', 'Teléfono Rojo', 'El buscavidas') ofrece una actuación magistral. Pasa de la apatía a la curiosidad. De la incredulidad a la revelación. Nos lleva con su madurez por la historia, nos engancha y anima a seguir hasta el final. Es protagonista de dos escenas míticas: una pelota cayendo por una escalera (brutal); y la audición de una psicofonía. Otra escena clave, es cuando menos delirante y ochentera: una silla de ruedas que persigue a uno de los personajes.
Al menos, da gusto no ver estúpidas y virginales muchachas pre-universitarias dando gritos absurdos mientras tratan de huir de un asesino. Ni estamos ante una sucesión de casquería sin sentido o un desfile de criaturas demoníacas que produzcan carcajada. Es puro estilo años 80. Terror psicológico del bueno. Las bases de lo que vemos en el cine hoy en día están depositadas en este film con sumo cariño. Seguro que no sabían la repercusión que tendría su película, pero cuando en los títulos de crédito ves aparecer Andrew Vagna y Mario Kassar, sabes que has viajado en el tiempo. Sabes que vas a disfrutar y lo más importante en este caso: pasarás miedo.
En resumen, os recomiendo a los jóvenes seguidores de 'Ahora Critico Yo' que si aún no la habéis visto, estáis tardando. Eso sí, hacerlo intentando olvidar todos vuestros referentes, no tratéis de compararla con realizaciones posteriores. A los que sí habéis tenido oportunidad de verla hace tiempo también os aconsejo algo: no volváis a verla. Recordarla en vuestra memoria con afecto. Guardada en vuestra pequeña cajita de emociones inolvidables.
Tened Buen Cine.Información de más
- Peter Medak realizó poco más llamativo después. 'Species II' y sobre todo mucha serie ('House', 'Breaking Bad' o 'Hannibal').
- La historia se basa a grandes rasgos en sucesos acaecidos en Denver.
- El nombre del jardinero 'Sr. Tuttle' es el mismo que usó Alejandro Amenábar para su jardinero en 'Los otros'.
- El mismo director prepara un remake.
- La escena mítica de la pelota cayendo por las escaleras es homenajeada en 'Scary Movie 2'.
- 'The changeling' es su título original y se traduce como 'sustitución de niño por otro'.