Revista Cultura y Ocio
Nunca fui un gran aficionado del flamenco, nunca sentí que fuera una seña de identidad de mi nación, ni siquiera creía en “duendes”, de hecho jamás hubiera escuchado una canción flamenca de no ser por el maestro Morente.Y aunque tal vez suene ventajista alabarle en estos momentos, creo que es mi deber rendir un pequeño homenaje a una de las personas que más ha cambiado mi manera de ver la música.Con colaboraciones como las realizadas con Sonic Youth, Lagartija Nick o Los Planetas, Morente me hizo comprender que más allá de un estilo musical, de una representación étnica o cultural, el flamenco es un sentimiento que puede llevarse dentro y manifestarlo de muchas formas, ya seas un “cantaor” tradicional o un músico alternativo con las suficientes agallas.Como de costumbre esta experimentación musical no fue bien recibida por ninguno de los dos bandos y recibió duras críticas por parte de los sectores más conservadores del flamenco y por los críticos más puristas de la música alternativa o indie. En mi opinión son críticas cobardes, propias de personas con poca personalidad musical que no son capaces de ver más allá de lo ya establecido. La experimentación, la fusión, la unión de culturas y el encuentro de sentimientos análogos es el camino hacia la superación, la innovación y en definitiva hacia mejorar lo que ya tenemos. “Tendrá que haber un camino” cantaba Morente en la canción homónima del disco de Los Planetas “La leyenda del espacio”.Pues lo cierto es que lo hay, el maestro nos indicó como seguirlo y hoy lunes llegó a su final. Por todo ello, hasta siempre y gracias.
Por: Javier M.