Vuelo de mariposas en el estómago. ¿O eran pececillos persiguiéndose?
Ha comenzado el curso. Hoy en sus caras no había especial emoción en el reparto de los exámenes de recuperación y para el alumno del fondo, a la derecha, no parecía haber pasado el tiempo:
- Que sí, que sí, profe, que ya me marcho -dice, hinchando sus adolescentes pectorales, orgulloso del gimnasio y los músculos logrados, y de su incapacidad para escribir correctamente su nombre sin faltas de ortografía. Entrega las hojas en blanco, cierra el estuche vacío y se pierde por el pasillo.