Estamos hoy sufriendo en las bolsas las consecuencias de la presión sobre el modelo económico y político de la Union Europea, personalizado ahora en el rescate de Irlanda, un país que tiene en situación de quiebra a sus bancos y sin embargo se resiste a subir el tipo impositivo del beneficio de sociedades, yq ue con su actitud no sólo pone en duda la posibilidad de un rescate (que a la postre es obligado) sino que pone en cuestión la factibilidad del proyecto de la Unión Monetaria (y en definitiva de le Unión Europea).
Nadie dijo que el proyecto de Europa sería fácil. Al contrario, tras la euforia inicial que provocó el proyecto europeista y en especial el de la moneda única, muchos ya avisaron de los pasos que necesariamente se deberian dar en la línea de armonizar las políticas fiscales de los países de la eurozona.
Esta crisis ahora nos está dando fuertes quebraderos de cabeza, porque se pone en cuestión la capacidad de los países de hacer frente a su deuda, porque se vaticinan grandes males, es especial años de poco o nulo crecimiento, pero sobre todo porque se pone en cuestion la continuidad el euro y el propio papel de la UE y su credibilidad política. ¿Y quien lo hace? Aquellos que están fuera y tiene algún interés oculto en que ello pase. Léase firmas especuladoras de Nueva York y Londres, Es así de claro. Creo que a largo plazo perderán este pulso, porque el euro seguirá ahí, espero que reforzado de esta crisis. Pero a corto plazo están sacando los colores a la UE, porque evidencian sus defectos, perfectamente conocidos, pero cobardemente aplazados.
Yo sigo confiando en que esta crisis nos traiga al final una consecuencia muy positiva, haga que la UE y la Union Monetaria se consoliden y se avance en la homogeneización fiscal y en los mecanismos de transparencia y regulación.