Revista Cultura y Ocio
El Soul, ese compendio perfecto entre lo religioso y lo profano, el sexo y el ritmo, el cuerpo y el alma, un género musical único e imprescindible, que a pesar de estar bastante delimitado históricamente en una sola década, su profunda y permanente huella se puede apreciar intensamente en variedad de ritmos y estilos a lo largo de la historia de la música. Se puede apreciar el Soul de muy diversas maneras (tantas como adeptos tenga), pero para entender su intensidad hay que referirse al Gospel, en los afectados cánticos al altísimo, con sus elevados coros, lamentos al borde del trance y conexión mística, está el "alma" que tanto el Soul, como otros ritmos afroamericano han sabido interiorizar tan maravillosamente, y que ningunos otros ritmos modernos (creados por los rostros pálidos) han podido (ni podran) imitar, ni llevárselo a su terreno, sin parecer una imitación descafeinada y sin esencia. Inicierse en el Soul es facil, solo hay que recurrir a los clásicos, escuchando a Sam Cooke, Otis Reeding, Aretha Franklin, Marvin Gaye, Smokey Robinson, James Brown, Sam and Dave, o Ray Charles (por ejemplo), uno puede hacerse una idea de la variedad de increíbles sensaciones y emociones que desprende, además de su lo amplio de su espectro sonoro, común, pero difícil de encasillar en una sola calificación. Por eso, y para tener una visión mas completa del asunto, yo siempre recomiendo escuchar a un artista que comprende la magia de los grandes, pese a que quizá para muchos sigue siendo secundario frente a otras luminarias del género, y lo hizo sin perder su esencia ni su punto renovador, hoy en Grafistantaneas, la elegancia, la melodía, el susurro sensual y la voluptuosa energía de Al Green...
Albert Greene nació en Forrest City en 1946, en el sureño estado de Arkansas, su familia se dedicaba a trabajar los campos de otros a cambio de una parte de los beneficios. Aprincipios de los 50 las cosas empezaron a ir mal económicamente, por lo que la familia Greene decide marchar a Michigan en busca de nuevos y mejores campos en los que poder ganarse el sustento. La familia Greene siempre mostró un gran interés por la música, siempre y cuando tuviese una finalidad espiritual, Robert Greene había inculcado a sus hijos el respeto a Dios y al evangelio, ya en Arkansas, Albert (con nueve años), junto a sus hermanos Robert, Walter y William elevaban sus cánticos al altísimo como un cuarteto (de cierta popularidad) llamado Greene Brothers. Una vez en Michigan el cuarteto tuvo una cierta continuidad, sus voces se encuentran en lo mas alto del "circuito evangélico" estatal. Pero Albert siente la música de manera distinta a sus hermanos, un buen día su padre lo descubre escondido en su habitación escuchando canciones de Jackie Wilson, Albert declara abiertamente su deseo de dedicarse a la música secular, escandalizado, Robert Greene decide expulsarlo del cuarteto familiar y, lo que es peor, de su casa (posteriormente sería parcialmente perdonado y acogido en el seno familiar de nuevo).
En 1964, Greene forma, junto a unos colegas de la escuela de secundaria, su primera banda de pop "the Creations", durante tres años va conformando su personal estilo a base de conciertos escolares y fiestas estudiantiles, incluso graban algunos temas bajo el sello independiente "Zodiac". La cosa parece ir en serio, así que en 1968, dos de los miembros del grupo, Curtis Rogers y James Palmer, forman su propio sello, Hot Line Music Journal, rebautizados como Al Greene and the Soul Mates, ese mismo año consiguen colarse en el puesto 41 del Rhyhtm and Blues chart con su "Back Up Train". Pero a pesar del aparente éxito del tema, las ventas no acompañan, la banda se disuelve a finales de año, por lo que Albert decide probar suerte en solitario, adopta el nombre artístico de Al Greene, y comienza a rodar por el circuito local de clubes nocturnos. Una noche, durante una actuación, coincide con el trompetista y vicepresidente de la discográfica HI Records, Willie Mitchell, quien ya había predicho el éxito de Green al verle por primera vez junto a the Soul Mates en Midland, su show en solitario le impresiona de sobremanera, y le invita a Memphis para grabar un álbum juntos. Mitchell era un tipo perspicaz e inteligente que sabía sacar lo mejor de cada artista, convertido en su mentor, incentiva a Green en busca de su propio estilo vocal, desechando todo rastro de imitación a los grandes referentes como Jackie Wilson, Wilson Picket, James Brown o Sam Cooke, exprime al máximo sus fraseos, le hace disfrutar con ese peculiar falsete dulce, casi susurrante, dosificando sentimientos y siempre al límite, con la emoción a flor de piel. Willie Mitchell sabía lo que se hacía, dotaba a Green de unas señas de identidad propias, y al contrario que otros productores del momento, no le impuso sus ideas, dejando a Green evolucionar a su manera, creía en él, y la cosa funcionó.
En 1970 publican juntos "Green is Blues", un álbum con temas conocidos de diversos autores (Lennon y McCartney, Smokey Robinson, Jerry Buttler) de éxito moderado en el que ya califican a Green como la última superestrella de Soul sureño. Su siguiente trabajo con Mitchell como ingeniero de sonido fue "Al Green Gets Next to You" (portada setentera y fea de narices), un estupendo trabajo en el que Green se destapa como un artista de alto octanaje, con versiones notables como “Light My Fire” de los Doors, o “I Can't Get Next to You” de los Temptations, junto a composiciones propias exquisitas como "Tired of Being Alone". Green se consolida como un grande del Soul, su personal estilo es garantía de éxito. Su consolidación definitiva llega sólo un año mas tarde, "Let’s Stay Together" (1972), un rotundo éxito (disco imprescindible) para un trabajo de Rhythm and Blues, alcanzando el número ocho en la lista de albumes de pop, siendo "Let’s Stay Together" el sencillo numero uno imbatible durante dieciseis semanas consecutivas, un superventas, recuperado y engrandecido por obra y gracia de Quentin Tarantino que, según cuenta la leyenda, era una "demo" que Mitchell tenía guardada y arregló con esmero para que Green la grabara, lo cierto es que no le gustó y la tachó de poco comercial, pero la oportuna intervención de Al Jackson Jr (batería de Booker T. and the MG's, y arreglista de Mitchell) convenció a Green, y decidieron darle una nueva oportunidad y grabar el tema, Green re-escribió la canción, pero no terminaba de convencerle, tuvieron que pasar dos días, varios arreglos instrumentales, y una nueva letra para llegar a la versión definitiva. Una obra inigualable se mire por donde se mire, Soul sosegado, sexual, sensual, caracterizado por la personal voz de Green que se contonea como una serpiente a lo largo de un disco, que al final, nos deja extasiados por su verdad y calidad.
Dos años después de la definitiva consagración de Al Green como estrella del pop, sucedió uno de esos episodios en los que la realidad se siente engañada por la ficción, el 18 de octubre de 1974, Mary Woodson White (pareja sentimental de Green, a pesar de estar casada con otro hombre) pide al artista que la convierta en su esposa, el rehusó tan honorable proposición, la joven, al verse rechazada, decide vengarse arrojando una cazuela de maíz hirviendo sobre la espalda del cantante mientras este se estaba duchando. Green fue hospitalizado con quemaduras de tercer grado en espalda, estómago y brazos, la mujer se encerró en la habitación del artista donde se pegó un tiro con un revolver de Green, dejando una nota sobre sus razones. Este hecho fue interpretado por Green como una señal divina, un castigo por su vida superficial, durante el largo recuperamiento decidió volver al camino de Dios, compra su propia iglesia, ordenándose ministro reverendo del tabernáculo del pentecostalismo (en inglés Full Gospel Tabernacle) y abandonó el Soul y el pop como penitencia (curiosamente, al final corrió una suerte parecida a la de su idolatrado Jackie Wilson). A partir de ese momento,la religión pasó a ser el eje fundamental de su vida, sin embargo intenta compaginar su actividad popular con la religiosa, pero en 1979, durante uno de sus conciertos Soul, sufre una caída, una nueva señal del altísimo, a partir de entonces y durante la década de los 80 ya sólo se dedicará al Gospel y a la música religiosa (con muy notables trabajos, he de decir, sin embargo no explotan todo el potencial de Green)
Green, finalmente volvió al buen camino (al del Pop y el Soul) y hoy en día da sopas con ondas a las nuevas luminarias del Soul. Un tipo con un "toque divino", una voz memorable (dicen que cuando canta te produce un placer similar a la dulce quemadura que sientes en la garganta al tomarte un buen whisky de malta, y en un ejercicio de banalidad adjetiva no dudaron en denominarle el Sinatra negro), un artista esencial, moral, sexo, fe ciega, exhibicionismo, humildad...Welcome brothers and sisters…This is Soul