Alucinamos con nuestros hombres... No hay cosa que más les apasione que un mercado... Ver el género, bichear por los puestos, hablar con los tenderos... ¡Una cosa, vamos! Pueden pasarse toda una mañana observando y elucubrando sobre lo que van a adquirir. Nosotras los miramos con cara de estupefacción. Será porque cuando las mujeres vamos al mercado, vamos a tiro hecho. Nada de pérdidas de tiempo, que hay que llegar a casa y tenerlo todo listo para que las bocas ansiosas ingieran su alimento a la hora prevista. Porque... ¿os habéis dado cuenta que el hambre provoca mal humor? En fin, a lo que vamos... Que nosotras disfrutamos bastante más con un género mucho menos animado, pero más decorativo. Y es que el hambre ornamental también provoca placer al ser saciado, ¿no creéis?
Foto
Foto
Foto
Foto
Foto
En estos días de comilonas continuas, hemos querido homenajear, decorativamente hablando, a los ricos manjares que terminarán saliéndonos por las orejas y acabando encima del piano ("pal" que lo tenga).
Foto
Queríamos felicitaros con un poquito de humor, que no hay nada mejor que una sonrisa.
¡FELIZ NAVIDAD!