Última entrega de los Diarios de García Martín. 42 semanas (IX.2010 a VI-2011), ya publicados en un artículo cada domingo con cuatro o cinco entradas más o menos relacionadas. Fiel a sus temas y opiniones. Encuestas a sí mismo, lecturas (“No soy nadie sin un libro bajo el brazo”); se confiesa cada vez con menos orgullo y más vanidad; amor, política, viajes; discutir, tener razón, la lógica, hechos y opiniones; siempre el verso adecuado a mano (supongo que los párrafos de novelas que cita sí los leerá y copiará); ciudades, fantasmas, puentes; sus enemigos de la revista La fiera literaria.
Dice que el diario es un género en el que cabe todo, salvo el aburrimiento. Y lo cumple.
En la entrevista que se incluye al final se le describe como tímido con talento, niño juguetón y lúdico ficcional. Y se dice que en estos diarios la intimidad brilla por su ausencia, que tienen más un aire de crónica. García Martín responde que “casi nunca hablo en serio, salvo cuando hablo en broma”.