El prado de Proserpina
Jaroslaw Datta
Muchos poetas moriremos, y muchos, disueltos en el aire del olvido amamantaremos el hueco sin nombre de la noche cerrada; muchos tocaremos los cielos oscuros de la indiferencia y de la incomprensible nada, más tú, Manuel, tú amarraste tu esencia dulce al alba blanca y acostado te hallas sobre la luna torda, por haber coronado de parda sencillez tus letras, repletas y ciertas hadas.
Subido al alba, cabalgando las luces oblicuas de la mañana, peinando el rocío temprano y las luciérnagas magas, ahí te hallas junto a mis otros sueños profundos y bellos que conforman la claridad de tu alma.