Y tras el pitufo, servidora vuelve a los clásicos con (ahora sí) un sabor que - tras la avellana, ya saben jajaja - es de mis favoritos. A nivel estético, es una manera de usar amarillo muy sutil y elegante: en su versión más pastel, agranda el ojo y combina bastante bien con casi cualquier prenda. ¿Lo vemos?
1. Los ojos:
Como pretendía ese amarillo suave, pastel, que les comentaba, usé una vez más una base cremosa y clara que me permitiera luego conseguir un tono más claro que mi propia piel bien reflejado. En este caso, la sombra protagonista es una vez más del quad Gelatto de Isadora, con un toque de pigmento "Milk", de Mac en el lagrimal, para aportar un toque luz.
El resto de las sombras es una mezcla de marrones suave en la cuenca y chocolate en la "uve" externa. Para marcar mejor éste último, dí un toque previamente con el lápiz marrón automático de Sleek y lo difuminé con un pincel tipo boli. Las sombras son de la paleta de Douglas que les vengo comentando estos días.
Como pueden ver en las imágenes, el perfilado está hecho también con ese lápiz y color. Se pierde precisión al usar el formato lápiz, pero en este caso me apetecía no romper con negro toda esta idea de la mezcla amarillo suava/marrón oscuro. Lo tenemos también, a ras de pestañas inferiores.
Finalmente y de modo previo a la máscara, en esta ocasión he usado un beige en la waterline que abre y dulcifica mucho la mirada: es el All I want de Essence, un imprescindible estupendo para estos menesteres.
3. El rostro: Otros chocolates.
...y esto va por el labial, que aunque no es marrón en absoluto, se llama Chocolate Cream y es de Maybelline. En realidad sí que es un marrón chocolate muy, muy suavito, que yo suelo mezclar con gloss rosado porque en mi piel queda mucho más favorecedor así combinado. El colorete es el Coral de Sleek, un tono que, pese a su nombre, las que lo conocen sabe que tiene un toque amarronado en su acabado (como tostado).
3. La manicura: Mezcla de sabores.
Como les he dicho en entradas previas, pese a mantener una idea general, tenía intención de ir variando detalles de las manicuras. En este caso, esa variación viene dada por la mezcla de tonos: hasta la mitad de cada uña en marrón, y la otra mitad en amarillo suave con topitos del tono compañero. Los detalles están, una vez más, hechos con los esmalte que aquí les reseñaba. Al final, aunque su calidad no es superior, a mi me están dando muchísimo juego como ven.
...y hasta aquí tenemos con vainilla y chocolate. A ver si adivinan cuál será el último look, el próximo día.
BESOS!!