Emeli Sandé, en un momento de la ceremonia - AP.
Por más que haya deportistas que no conceden entrevistas o que consideren al periodista como una figura incómoda y pesada a más no poder, sin periodistas y ni medios de comunicación el deporte perdería uno de sus encantos, el ser compartido por personas muy diferentes o muy parecidas, qué más da. Pero tampoco es cierto que la difusión determine el interés ni el prestigio de las disciplinas. Desconocido y arrinconado para gran parte de los medios, el deporte femenino ha conquistado el medallero español –el 65% llevan su firma– y a muchos espectadores que no habían reparado en el grupo de Jorge Dueñas, tan inagotable como para colgarse el bronce en balonmano tras dos prórrogas ante Corea del Sur o que no tenían noticias del equipo de waterpolo dirigido por Miki Oca, que agarró la plata pese a ser debutante. Ambos grupos fueron protagonistas en la selección escogida para la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Londres de momentos conmovedores de estas dos semanas de deportes con la poderosa voz de Emeli Sandé cantando Read all about it. De instantes unidos por las lágrimas, las de Félix Sánchez, oro en los 400 vallas que dedicó su oro a su abuela fallecida; las de la esgrimista Shin Lam, tan deshecha por su derrota en semifinales que se pasó una hora llorando; o las de deportistas británicos como Sir Chris Hoy, tras su séptima medalla en ciclismo en pista, las de la nadadora Rebecca Adlington tras ser sólo bronce ante su público, o las de Jessica Ennis, oro en heptatlón. Fue entonces cuando de todos los accesos del Estadio Olímpico empezaron a aparecer los abanderados de cada país –Saúl Craviotto, plata en K-1 200 metros en estos Juegos lo fue por la delegación española– y los deportistas que todavía estaban en Londres.
Ya había pasado el homenaje a la prensa escrita. Un gesto generoso en un momento crítico para las publicaciones en papel. Los vehículos, las personas y las reproducciones de monumentos de Londres estaban forrados de recortes de diarios, también visibles en el suelo durante toda la noche. Todo al ritmo del grupo de percusión de los Stomp, en lo que pretendía reproducir la actividad cotidiana de un día normal en la ciudad y que pasó a ser un macroconcierto con los deportistas mezclados en un escenario que reproducía la Union Jack y por el que pasaron varios grupos británicos, algunos actuaron en movimiento, ubicados en medios de transporte como los One direction, el enésimo producto para adolescentes, o Jessie J, artista para todo en una ceremonia en la que coincidió con Annie Lennox o las Spice Girls, que se volvieron a reunir para la ocasión y que aparecieron en taxi. Una sorpresa a veces con la que obsequiaron a sus seguidores de la canción que las catapultó a la fama, Wannabe y otro tema de sus temas clásicas, Spice up your life. Hubo monjas patinando con el humor de los Monty Phyton, la banda sonora de los Juegos, Survival, cantada por The Muse o un fragmento de un concierto de The Queen con Freddie Mercury y un recuerdo para John Lennon. O la eterna Wonderwall de Oasis, que tocó Beady Eye, la criatura que forman algunos de los antiguos miembros del grupo. Si Usain Bolt fue capaz de que el Estadio Olímpico hiciese la ola una hora después de colgarse el oro con Jamaica en el relevo de 4x100, entre Jessie J, que trataba de honrar la versión de un himno como We will rock you y su autor, Brian May, guitarrista de The Queen, lograron que el Estadio Olímpico fue uno, que los presentes cantasen al unísono dicha canción. La felicidad compartida, como el merecido homenaje que se hizo a los 70.000 voluntarios de los Juegos o la ceremonia de entrega de medallas a los tres mejores en la prueba con la que comenzaron los Juegos, el maratón. Londres se despidió con una performance del próxima anfitrión, Río de Janeiro, en una propuesta que comenzó con un barrendero de verdad de la ciudad Renato Sorriso, famoso por su implicación en el carnaval, y acabó con la aparición del mito del fútbol brasileño, Pelé, acompañado del logo de los próximos Juegos. La actuación de The Who y los fuegos artificiales despidieron Londres 2012, los primeros Juegos en el que pudieron competir mujeres en todos los países. Otra razón de peso para dejar de aparcar el deporte femenino en este país y en cualquier otro, sino en promocionarlo igual que al otro.