Craaaaaaash.
Un jarrón estalla en el suelo del salón. Nuestro primer pensamiento es "¿Eso que es?" seguido de "¿se habrá hecho daño?" que acompaña al "¿Ai me jarrón nuevo!" y lo rematas con "¿quién ha sido?".
¿Cual es la respuesta que recibes cuando llegas? Eso dependerá de ti.
Debemos enseñarles a usar el si y el no, a ser consecuentes.
Curiosamente el ser humano tiene una extraña tendencia a desarrollar excusas y explicaciones más aparatosas que un sencillo Si o No.
El niño empieza a eludir el si o el no cuando recibe respuestas violentas o desmedidas ante sus travesuras. Entiende que con un mar de explicaciones papa o mama se calman y logra escapar de su responsabilidad. Debes exigir siempre el si o el no claro a tus hijos ¿como? Enseñandole que puede comunicarte contigo sin problemas.
Comunicación es la base de toda educación, pero no vale la comunicación a la antigua de padres e hijos que consistia en "Yo regaño y tu escuchas". Esto no es comunicación.
No pretendo con esto decir que no debemos regañarles, por supuesto que es importante que nuestros hijos nos vean enfadadas cuando hacen cosas que no deben pero debemos siempre darle la opción de "confesar"; deben aprender a convivir con el hecho de que aunque haya hecho algo que está mal debe decirles claramente a sus padres que ha hecho. Es una enseñanza que agradeceremos en un futuro no muy lejano; la adolescencia es un mundo complejo.
Entre los tres y cuatro años el ser humano aprende a mentir, esta es la fase en la cual debemos estar más atentos: utilizan las vueltas al si y al no para contentar a los padres pero no es hasta alrededor de los siete años que conoce lo que es la mentira y ya tiene entendimiento para sentirse culpable cuando la usa.
Entonces ¿como librarnos de la mentira?
- Si le pillas en "plena travesura" no hagas preguntas de las óbvias (¿Quien fue? ¿Eso que es? ). Le estás dando la oportunidad de que te de una respuesta unicamente para contentarte; lo que abre la puerta a la mentira.
- Explicale que lo que hace esta mal y muestrate enfadada pero fomenta y premia la verdad.
- Si el niño ya es mayorcito y la mentira es un problema puedes idear algo como Una libreta de las verdades en la cual apuntáis juntos los progresos que hagáis en este sentido y decidáis como premiareis la evolución de las anotaciones.
- Ámale todo lo que puedas. Muchas veces la mentira es fruta del miedo y la inseguridad; no hay mejor remedio para eso que el puerto seguro que una familia pueda proporcionar.