Susana cuenta con el apoyo incondicional de la vieja guardia del PSOE.
En Tremending Topic se dice que la baronesa de Andalucía, Susana Díaz, anunció este domingo su candidatura a liderar el PSOE “arropada de todos los pesos pesados del partido: González, Zapatero, Rubalcaba, Chacón... y que nuestros francotuiteadores no han perdido oportunidad de disparar”. Dice que Tutankamón, Akenatón, Ramsés II y Micerino acompañan a Susana Díaz en la presentación de su candidatura. Y añade que “la media de edad de los asistentes a la presentación de Susana Díaz es de 95 años, sin contar los dinosaurios”. Y que “en el PSOE, se han equivocado y han atrasado la hora 30 años”. En una palabra, que “Susana Díaz ya cuenta con los apoyos de González, Guerra, Corcuera y Mocedades para su nuevo proyecto de PSOE”.
La boca del Logo.
Pero para aquellos que prefieren dejar de lado las muletas del humor y prefieren coger al toro por los cuernos, recomendamos leer a José Antonio Pérez Tapias quien en su artículo “El submundo de los partidos (y la encarnizada lucha de unas primarias), publicado en Público, escribe: “El submundo de la política en el que los partidos libran sus encarnizadas batallas por el poder interno, acompañadas por la lucha en torno a los recursos financieros para controlar sus instancias decisorias, ofrece una descarnada panorámica de cómo se ventilan los asuntos propios. A través de ellos está en disputa el control del ‘aparato’ que permite mantener engrasada la organización y controlar el acceso y la presencia en las instituciones, desde instancias caudillistas y mediante procedimientos clientelares, de quienes han de hacer presente al partido en las que supuestamente son instancias de representación de la ciudadanía. Los resabios del viejo caciquismo no dejan de impregnar los modos que se hacen valer en una interna competición por el poder en la que las apelaciones a la fraternidad no tapan los duros enfrentamientos entre adversarios dentro de un mismo proyecto político que no hacen sino repetir la lógica amigo-enemigo a la que Carl Schmitt, injusta pero realistamente –hasta cínicamente–, redujo la dinámica política”.
Y termina diciendo: “En las próximas primarias para la elección de quien haya de desempeñar la secretaría general se juega el PSOE su ser o no ser. Si se deja que todo se hunda en ese submundo partidario que lastra la vida democrática misma de nuestras sociedades, sólo añadiremos más basura sobre una democracia sumida en el descrédito y sometida a la erosión de la demagogia. También hay, por cierto, un populismo socialista, que cuanto más populista, menos socialista”.