Revista Cultura y Ocio
Al tratar sobre la eternidad del mundo, Lulio escribe:
Non est dare multiplicationem in medio sine extremis.
Lulio no explica esta proposición, a la que parece dar un valor axiomático. Voy a intentar justificarla:
1) Si un cuerpo crece, sus extremos deben alejarse cada vez más.
2) Una extensión indefinida, sin extremos, no da lugar a ningún número cuantificable. A tal número no cuantificable nada se le puede añadir, pues guardaría y no guardaría relación con la cantidad, lo que es imposible.
3) Por tanto, si un cuerpo no tiene extremos, no puede crecer.
De lo que resultaría la siguiente aplicación metafísica:
a) Si el universo existe desde siempre y para siempre, carece de extremos.
b) Siendo una extensión indefinida, sin extremos, no es cuantificable y nada se le puede añadir, pues guardaría y no guardaría relación con la cantidad, lo que es imposible.
c) Por tanto, si el universo existe desde siempre y para siempre no puede crecer.
d) Sin embargo, el universo crece, ya que hay en él una multiplicación de días, distintos el uno del otro.
e) Por tanto, el universo no existe desde siempre y para siempre.