Carmen es el amor de su vida, la musa que le mantiene en progresión, el elemento básico para que ruede el verso, la olla donde se ambientan emociones y anhelos:
en el que todas las palomas, zureaban tu nombre con el timbre clavel de sus vocales, y al conjuro del frescor de tomillo de tu lengua me acercabas al sol.A nosotros como seguidores y amigos, solo nos queda ahondar en el reproche hacia quienes ocupan puestos de responsabilidad en nuestras instituciones, porque no hay libros de nuestro aclamado poeta en las librerías, que es una forma de dar a conocer su obra, de llevar bien lejos su pintura poética. Carmen que se ha implicado tanto para llevar a buen puerto este homenaje, me recuerda en una grabación las palabras de Marcelino que fueron recogidas en el libro "Una manzana para comérsela a versos": "Si el árbol pierde sus ramas, ¿Quién lo llamará árbol?; si le arrancan al hombre los brazos del trabajo, ¿Quién lo llamará hombre?; si se van de la tierra las gentes que la cuidaron, ¿Quién la llamará tierra? Y añado y concluyo: si no se expande la poesía de quien amó tanto a esta tierra, ¿Cómo conoceremos en todo su esplendor tierra y poeta?
Cada viernes en la tercera de Diario Palentino