Si tienes el conocimiento justo para pasar el día seguramente te gustará. Película de corte didáctico y con gran sobredosis de moralina barata. Es duro reconocer que el cine español es una puta mierda (salvando pequeñas excepciones) pero no queda otra que aceptar una realidad como esta.
El director (Santiago A. Zannou) quiere vendernos una historia de cine negro, boxeo y hooligans. Como buena película española tiene que ganar el bueno y perder el malo. Si el malo es tonto y feo mejor que mejor. En este caso los malos son Miguel Ángel Silvestre y Javier Bardem. El bueno es Alex González y Carlos Bardem (el hermanísimo).
Uno de los defectos que tiene la película es lo previsible que es todo. Según van pasando los minutos vas viendo que todo es lineal y en consecuencia. Creo que nos falta imaginación en España para hacer cine. Los que saben lo hacen fuera o nos dejan perlitas cada mil años.