Revista Ciencia

Alan Turing, genio y mártir

Publicado el 23 junio 2012 por Evagp1972

Alan Turing, genio y mártir
Hoy 23 de junio se cumplen 100 años del nacimiento de Alan Turing (1912-1954), matemático, padre de la computación, criptógrafo y precursor de los estudios sobre  inteligencia artificial. Fue reclutado por el servicio secreto británico, y logró descifrar el código Enigma, utilizado por los submarinos alemanes en la Segunda Guerra Mundial. Gracias a él los aliados pudieron avanzar al menos en dos años el desembarco de Normandía. Salvó millones de vidas y contribuyó a librar al mundo (al menos, de momento) de la pesadilla nazi.
Quienes le conocieron destacan su honestidad y su incapacidad para lo retorcido o la manipulación. Fundamentalmente, era un hombre honesto. También era homosexual, en una Inglaterra donde seguía vigente la ley que condenó a Oscar Wilde; una Inglaterra fatigada de la guerra, que se estaba volviendo cada vez más conservadora, menos abierta. El Gobierno consideraba por aquel entonces que los homosexuales no debían tener acceso a información secreta, pues eran pervertidos, presas fáciles de chantajistas, débiles y afeminados. En definitiva, not reliable people. 
Alan Turing pudo haber contraído matrimonio con una compañera en Bletchley Park, la instalación militar en la que trabajaban ambos durante sus investigaciones sobre Enigma. Sin embargo, y aunque ella pareció no rechazarlo cuando le confesó sus  preferencias, él prefirió no seguir adelante y evitarle a ella una vida condenada irremisiblemente a la frustración.
Alan Turing podría haber muerto anciano y respetado por su comunidad. Sin embargo, no fue así, su nombre se mantuvo en las sombras durante décadas, y se le escamoteó el reconocimiento debido. Fiel a su sentido de la honestidad, Alan Turing cometió un terrible error de cálculo, lo cual no deja de ser irónico, si tenemos en cuenta que hablamos de un genio de la lógica y las matemáticas. Pero cuando el deseo se interpone en nuestro camino de poco sirve lo aprendido en los libros. Alan Turing conoció a un jovencito, le dio la dirección de su casa, permitió que se quedara a dormir, y al día siguiente descubrió que había volado junto a algunos objetos personales, entre ellos uno especial: un reloj que le regaló su padre. 
Alan Turing deseaba recuperar su reloj, e hizo lo que hubiera hecho cualquier buen ciudadano: acudir a la policía. Pero él no era un ciudadano cualquiera. Era un homosexual y, por tanto, en opinión de la sociedad británica - y de la policía- él era un ser perverso y peligroso, una alimaña a erradicar. Este genio excéntrico no calculó el riesgo, ni fue capaz de prever que la policía ataría cabos y comprendería que ese joven no había pasado la noche en su casa ayudándole a resolver sudokus. Turing iba a perder mucho más que el reloj de su padre: su vida privada, su prestigio profesional y su salud.
De nada le sirvieron sus desvelos por salvar a Europa, su brillante currículum, si genialidad excéntrica: fue sometido a juicio y condenado a escoger entre la cárcel o la castración química. Escogió la segunda opción, consistente en ir tomando un medicamento a base de estrógenos. Se vio sometido a la vergüenza de pasar, regularmente, análisis médicos que corroborasen que seguía siendo un good boy y se tomaba su dosis diaria de veneno sin rechistar. Los nazis tenían sus campos de exterminio, donde además de judíos se mataba también - no lo olvidemos- a personas desviadas. Descubrió que sus compatriotas lograban el mismo objetivo, pero poco a poco y discretamente, con flema británica. Los testículos de Turing se reducían, nacían senos en su pecho, y dejó de ser un hombre para convertirse en un ser andrógino sin capacidad para la erección. Así pues, Gran Bretaña pagó sus servicios y rindió homenaje a su genio sometiéndole a años de tortura física y psíquica, vigilando su casa y sus amigos, acosándole  hasta que no le dejó otra salida que el suicidio. A los 41 años eligió desaparecer al modo Blancanieves: comiendo media manzana que él mismo había envenenado con cianuro. Hay quien dice que de ahí proviene el logo de Apple, algo que al parecer han negado tanto el diseñador del logo como la propia empresa.
Seria difícil imaginar qué nuevos descubrimientos habría producido la  privilegiada mente de Turing, qué nuevas posibilidades habría abierto a las generaciones futuras, de haber vivido cuarenta años más. Sumido en una profunda depresión, sintió que no le debía nada a un mundo que le había traicionado. Se dice que Turing no dejó ninguna nota de despedida, aunque de haberla dejado, el servicio secreto británico se habría encargado de hacerla desaparecer. Me gusta pensar, sin embargo, que tal vez sí dejó una nota de despedida para ese servicio secreto al que una vez perteneció con honor: algo así como un breve y lacónico fuck you.
El Gobierno británico se disculpó públicamente en 2009 con un par de frases del tipo "lo sentimos mucho. Deberíamos haberte tratado mejor". La Universidad de Manchester, de la cual fue profesor, ha hecho mucho más que eso. Leo en el interesante boletín de la Direcció General de Recerca de la Generalitat de Catalunya (RECERCAT), que esta universidad está implicando a la población para que plante girasoles y ayude así a completar un experimento que Turing dejó inacabado: el de los girasoles. Traduzco un fragmento del artículo en RECERCAT:
Turing, interesado también por las secuencias numéricas y los patrones geométricos, observó que tanto el número de pétalos como las agrupaciones de semillas de los girasoles siguen la serie de Fibonacci, donde cada número de la serie es la suma de los dos que lo preceden –0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89…-. Sorprendentemente, muchas otras flores también tienen 3, 5, 8, 13, 21 o 34 pétalos. (...) Los resultados se presentarán durante el Manchester Science Festival 2012 que tendrá lugar del 27 de octubre al 4 de noviembre.


Alan Turing, genio y mártirEl mundo no estuvo a la altura de Turing. Aún hoy, parte de ese mundo sigue sin estarlo. Todavía hay universidades, escuelas, escaños y púlpitos desde los que continúan vertiéndose las mismas creencias, el mismo fanatismo y los mismos intereses -estos sí- perversos que llevaron a Turing a morder una manzana envenenada. Los girasoles de Manchester son una buena muestra de que no todo está perdido para los Alan Turing de hoy.ENLACES DE INTERÉS EN INGLÉS:

Página web del PROYECTO TURINGS SUNFLOWERSPágina web 2012- The Year of Alan TuringDescárgate su biografía: LEAVITT, David: The man who knew too much
ENLACES DE INTERÉS EN CASTELLANO:
Crea  mensajes secretos con este simulador Enigma El mito griego del heliotropo (Leucótoe)ENLACES DE INTERÉS EN CATALÁN:
Enlace a un artículo (en catalán) sobre el cómic Logicomix, donde aparece Turing y otros, en una búsqueda de los fundamentos lógicos de las matemáticas.

Documental "Alan Turing: trencant els codis" emitido por el Canal 33 de la televisión pública catalana sobre Alan Turing (descargable hasta el 30 de junio)Artículo "Turing, el desxifrador d'enigmes" del físico Xavier Lasauca i Cisa. 



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