Alarcos, hoy parque arqueológico, es el lugar donde los almohades derrotaron a Alfonso VIII en 1195. Desde la carretera se ve el lomo de un cerro alargado: a un lado la ermita, en el lado opuesto, más alto, el castillo, y todo circundado de murallas con algunas excavaciones. El pueblo, las calles y las casas medievales se encuentran todavía soterradas, porque aquí quedan muchas horas de excavación.
El rey Alfonso VII lo reconquistó en 1147 y Alfonso VIII intentó convertirlo en plaza fuerte cuando los almohades lo derrotaron y le arrebataron los territorios hasta el Tajo durante la Reconquista. Medio siglo después, Alfonso X prefirió trasadar la población y fundó Ciudad Real.
Cerro y asentamiento íbero de Alarcos./Raimundo Pastor
Una puerta suave conduce a la puerta de la muralla. Una iglesia gótica con una galería cubierta sobre columnas es el santuario de la Virgen de Alarcos (siglo XIII), de tres naves sobre pilares de base octogonal, rosetón de tracería a los pies del templo y artesonado mudéjar.
En una cota más alta se sitúa el castillo, rectangular, con las esquinas protegidas por torres cuadradas, el centro por fuertes torres pentagonales en proa. Impresiona al viajero el potente glacís o muralla ataulada de piedras, similar a la de algunos castillos cruzados emplazados en Tierra Santa.
Castillo de Alarcos./Raimundo Pastor
En su interior hay calles excavadas y diferentes dependencias, entre ellas la herrería y el aljibe, en forma de bañera. La espléndida vista descubre un campo de cerros y llanuras rojizas cubiertas de olivos y viñedos, la frondosa alameda, las huertas y el puente al pie del cerro.
El 19 de julio de 1195, los dos ejércitos, cristiano y almohade, se avistaron en esta llanura. Alfonso VIII había formado a los suyos en la cuesta, el flanco derecho protegido por el río Guadiana. Cuando los cristianos creyeron ganada la batalla, los almohades los envolvieron por los flancos y los machacaron. Es la conocida Batalla de Alarcos.
Ermita de la Virgen de Alarcos./Raimundo Pastor
Los hallazgos arqueológicos de la zona han demostrado la ocupación humana del cerro desde la Edad del Bronce. Las ruinas del antiguo oppidum ibérico y de la ciudad medieval de Alarcos constituyen uno de los conjuntos arqueológicos más importantes y más extenso (unas 33 hectáreas) de toda Castilla-La Mancha.
Con la didáctica intención de conocer un poco más la historia del parque arqueológico de Alarcos, nada mejor que dejaros con este vídeo explicativo, que narra en imágenes el devenir del yacimiento íbero de Lacurris, de la tribu de los Oretanos, de los siglos V a.C. a I de nuestra era y de la ciudad medieval, de los siglos XI al XV.
fuente: Pandorgo
Dónde dormir: Hotel Almanzor; C/ Bernardo Balbuena, 14; 13002 Ciudad Real (Ciudad Real); teléfono: 926214303; [email protected]; www.hotelalmanzor.com.
Dónde comer: Mesón Taurino; C/ Piedrabuena KM 3; 13002 Ciudad Real (Ciudad Real); teléfono: 926215429.