Fue un subidón en todos los aspectos, ver a Haizea desfilar con ese arte, con esa templanza, con ese saber estar, en fin un gran honor ser madre de Haizea.
Cuando salió a la ventana a saludar fue un momento indescriptible.

Cuando bajó a la calle y le dieron la banda, ufffff, increible
Luego empezó el desfile, digno de ver, me encantó salir con mi Kantinera.Saludando a tod@s, con la sonrisa en todo momento.


LLegó la primera parada y fotos con unos y otros.
Mi hermana y su marido también la acompañaron.
Sin protestar y contenta hasta el final.
Cipri, su padre, lleno de orgullo, se le nota no??
Fotos y más fotos.... muchas fotos, os las pondría todas pero sería interminable.Un día inolvidable, lo recordaré toda mi vida.
Una madre orgullosa!!!!!
