Los cristianos en todo Filipinas están indignados después del último asesinato de un sacerdote católico en el país. Un alto arzobispo sostuvo que aquellos que asesinan sacerdotes van a un lugar “peor” que el Infierno.
“La justicia de Dios sea con los que matan a los ungidos del Señor. Hay un lugar especial en el infierno para los asesinos. Hay un lugar peor para los que matan a los sacerdotes”, declaró el martes el arzobispo Sócrates Villegas de Lingayen-Dagupan .
El reverendo Richmond Nilo, fue baleado el domingo por la noche en la capilla de la ciudad de Zaragoza, en la provincia de Nueva Ecija, en el altar donde se preparaba para celebrar la misa.
Dos pistoleros no identificados dispararon a través de la ventana de la capilla, antes de huir en motocicleta.
Según, el sacerdote murió de disparos en la cabeza y diferentes partes del cuerpo. La policía encontró siete balas de calibre 45 en el altar.
Nilo es el tercer sacerdote asesinado en Filipinas, el país católico más grande de Asia, en tres meses.
La Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas reaccionó en una declaración propia al asesinato de Nilo, calificándolo de “acto escandalosamente malo”.
“Oramos por el reposo eterno del alma del P. Nilo. También ofrecemos nuestra oración por su afligida familia. Hacemos un nuevo llamamiento a las autoridades policiales para que actúen rápidamente en la investigación y persigan a los autores de este atroz crimen y llevarlos ante la justicia “.
Villegas, mientras tanto, suplicó a Dios que “toque el corazón” del presidente Rodrigo Duterte y que detenga la “persecución verbal” de la Iglesia Católica.
Duterte ha negado cualquier participación en la violencia contra los sacerdotes, pero se ha enfrentado con el clero católico por los continuos asesinatos en masa de sospechosos de drogas en el país.
Los sacerdotes y obispos católicos se encuentran entre los críticos más explícitos del presidente y se opusieron a su guerra contra las drogas, que ha cobrado hasta 23,000 vidas en los últimos dos años.
El portavoz presidencial Harry Roque Jr. dijo que el gobierno de Duterte condena enérgicamente el último asesinato.
“Realmente le daremos prioridad a la investigación del asesinato de padre. Al gobierno le preocupa porque, al igual que el asesinato de un periodista, si mata a un sacerdote, no solo viola su derecho a la vida, también viola su derecho de culto”. libremente “, dijo Roque Jr.
El obispo de Caloocan, Pablo Virgilio David, quien también es vicepresidente del CBCP, dijo que una cultura de la impunidad está poniendo en peligro a los sacerdotes. Al mismo tiempo, rechazó la idea de que el clero debería comenzar a armarse.
“Nunca portaremos armas. Nunca, buscaremos la seguridad a través de un arma. Ese no es nuestro papel. No tenemos otro salvador sino el Señor. No tenemos otro refugio que el Señor”, afirmó David.
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