Y ahora Rockarte también se mete con el arte de tapa del primer disco de los ELP argentinos, histórico grupo admirado por Piazzolla, y donde alguna vez estuviera un jovencísimo Pedro Aznar haciendo de las suyas. Uno de los mejores proyectos artísticos que ha parido el rock argentino, un disco admirado (y buscado) por los conocedores de la buena música de todo el mundo.
Alas fue un grupo argentino de rock progresivo considerada como una de las bandas más relevantes del rock progresivo en español. En su efímera existencia (entre 1975 y 1978) se caracterizó por un estilo que fusionaba rock con influencias del tango, folklore argentino y jazz.
El proyecto musical de Alas tomó forma hacia fines de 1974, cuando el trompetista, tecladista y cantante Gustavo Moretto se alejó de Alma y Vida ―banda pionera del género jazz rock en Argentina― y decidió formar una nueva banda junto a Carlos Riganti (exbaterista de la banda Materia Gris), y a Álex Zuker (bajista y guitarrista de la banda Pedro y Pablo).
El trío pasó a desarrollar una música de gran riqueza técnica, un sonido sofisticado que se asentaba en los múltiples teclados de Moretto y que experimentaba en la fusión de rock progresivo y sinfónico con ritmos tangueros y folclóricos.
Gustavo Moretto, entrevistado por la revista Expreso Imaginario, julio de 1977
Después de un auspicioso debut en el teatro IFT (de Buenos Aires), Alas realiza una minigira por las principales ciudades de Argentina antes de debutar en la empresa discográfica EMI con un simple que contenía los temas «Aire (Surgente)» y «Rincón, mi viejo rincón».
A mediados de 1976 apareció su álbum debut, Alas, que contenía solo dos extensas composiciones, «Buenos Aires solo es piedra» y «La Muerte contó el dinero», divididas en seis y siete subtemas respectivamente. En el primero predominaba un sonido tanguero, mientras que el segundo estaba basado en un ritmo de vidala. Moretto, sin embargo, reconocía que el uso del elemento folclórico estaba condicionado por el entorno urbano:
Como ninguno de nosotros vive en el campo, lo más lógico era buscar en el folclore de la ciudad en que vivimos. Quisimos producir una música que fuera reconocible como perteneciente a Buenos Aires.
Gustavo Moretto
Si no podés ver la animación entrá acá: https://fb.watch/wqyDMFPIk0/
La experimentación musical que fue una constante durante toda la carrera de Alas, fue llevada un paso más adelante cuando incorporaron, como músico invitado, al bandoneonista Daniel Binelli. No contentos con eso, en octubre de 1976, Moretto, Riganti y Zucker se presentaron, con gran repercusión, en el teatro Coliseo de Buenos Aires, acompañados de tres bandoneonistas: además de Binelli, tocaron en ese recital Juan José Mossalini y Rodolfo Mederos. Ambos habían sido compañeros de Binelli en la orquesta de Osvaldo Pugliese, además de formar parte del grupo de Mederos, Generación Cero.
Tras el verano de 1977, Álex Zucker viajó a Estados Unidos, donde continuó vinculado a la música, formando el grupo Melange. Su lugar en Alas fue ocupado por un muy joven Pedro Aznar (17), que venía de tocar en Madre Atómica (junto a Lito Epumer y el Mono Fontana). Con esta nueva formación, más el aporte de Binelli y Néstor Marconi en bandoneón, Alas realizó una nueva serie de presentaciones, pero volvió a ser trío para la grabación de un segundo álbum, bautizado como "Pinta tu aldea". En reportajes de la época, los músicos manifestaban su intención de abrirse a nuevos campos musicales:
Lo que hacemos no es ni un capricho adolescente ni un lance comercial. Estamos buscando algo con toda honestidad, sin grandes mecanismos publicitarios. Queremos que nos escuchen, nada más.
Gustavo Moretto
La carrera de Alas se interrumpió a principios de 1978, cuando Gustavo Moretto decidió viajar a la ciudad de Boston para perfeccionar sus estudios musicales. Esto motivó que el lanzamiento del segundo larga duración de la banda se demorase indefinidamente. Por fin, "Pinta tu aldea" apareció en 1983, pero para ese entonces la escena del rock nacional había cambiado sensiblemente, lo cual hizo que no tuviera el eco que esperaban.En marzo del 2003 se concreta el reencuentro de la banda, con una serie de shows en Estados Unidos, con Néstor Marconi y Pedro Aznar como invitados. Y la presentación en Buenos Aires tuvo lugar en agosto, en el ND Ateneo.
"Una de las movidas fundamentales en el rock anglosajón de los primeros años '70 fue la corriente progresivo-sinfónica, simbolizada por grupos como Yes, Genesis y Emerson, Lake & Palmer que le habían dado al género una nueva proyección, al incorporar elementos de música clásica y de jazz. Eran, también, días de notables avances desde el punto de vista tecnológico: nuevos y sofisticados teclados, como el mellotron y el sintetizador, permitían emular los sonidos de una orquesta y también crear nuevas texturas sonoras, que desafiaban el antiguo monopolio de las guitarras eléctricas como instrumento dominante del rock. El período que va de 1973 a 1977 marcó —paralelamente- un salto evolutivo para el rock nacional, con la formación de varios grupos que adhirieron a la movida progresivo-sinfónica. Surgieron bandas como Ave Rock, Madre Atómica, Om y Aschábel, ente otras, que dejaron su marca en el circuito progresivo local, aunque su repercusión no haya trascendido el ámbito de los entendidos. Pero sin duda hubo tres grupos que tomaron la delantera en términos de logros musicales y de aceptación popular: Espíritu, Crucis y Alas. Desde el vamos, Alas concibe una música de gran riqueza técnica. Entrevistado por la revista Expreso Imaginario, en julio de 1977, Moretto decía: "al principio, lo único que nos propusimos fue formar un conjunto que sonara bien y que tuviera algunos aspectos nuevos, especialmente los arreglos. Luego llegamos a la conclusión de que, si bien no podíamos negar para nada lo que habíamos hecho hasta entonces, ni podíamos pasar por alto la música que en este momento mueve al mundo, teníamos que reflejar de alguna manera lo argentino". Alas tuvo un consagratorio debut en el teatro IFT de Buenos Aires y poco tiempo después se embarcó en una breve gira por las principales ciudades del país, antes de su debut discográfico en EMI, producido en 1975, con un simple que contenía los temas "Aire (surgente)" y "Rincón, mi viejo rincón". A mediados de 1976 aparecería el álbum debut de Alas, que lleva el nombre del grupo como título. El larga duración estaba integrado por dos extensas composiciones, "Buenos Aires sólo es piedra" y "La muerte contó el dinero", divididas en varios sub-temas. En la primero predominaba una sensibilidad tanguera, mientras que la segunda estaba basada en un ritmo de vidala. Moretto, por su parte, reconocía que el elemento folklórico estaba tamizado por el entorno urbano: "Como ninguno de nosotros vive en el campo, lo más lógico era buscar en el folklore de la ciudad en que vivimos. Quisimos producir una música que fuera reconocible como perteneciente a Buenos Aires." Esa exploración musical que fuera una constante a lo largo de toda la carrera de Alas sería llevada a nuevas dimensiones con la incorporación, como músico invitado, del bandoneonista Daniel Binelli. Además, en octubre de 1976, Alas se presentó con gran repercusión en el teatro Coliseo de Buenos Aires, acompañados por tres bandoneonistas: el propio Binelli, Juan José Mossalini y Rodolfo Mederos, quienes habían sido compañeros del primero en la orquesta del maestro Osvaldo Pugliese, además de integrar el grupo de Mederos, Generación Cero. Con el éxodo de Alex Zucker a Estados Unidos y su reemplazo por un muy joven Pedro Aznar (que venía de Madre Atómica) Alas habría de emprender un nuevo rumbo en su carrera. De su primera etapa musical, sin embargo, quedaba como testimonio este álbum debut, una de los hitos incuestionables del rock progresivo-sinfónico rioplatense."
Alfredo Rosso