Alas de cristal de Carol S. BrownDaventry #2 | Kiwi | 320 páginas
Añádelo a Goodreads Rosalie Ridgeway tiene un problema. Su ansiedad social le impide relacionarse con normalidad, por lo que la tarea de encontrar marido es la más ingrata que la joven puede imaginarse. Sobre todo, cuando sus padres la presionan para que se case con un hombre con título, pero ella solo puede desear el corazón de una persona en particular: su mejor amigo.
Simon Daventry está convencido de que arderá en el infierno por pensar en Rosalie más de lo que se consideraría correcto para dos personas que se han criado juntas. Y, aunque se muere por hacerlo, no se atreve a decirle nada porque sabe que no sería correspondido.
Así que, cuando The Golden Swan publica una columna con Rosalie como protagonista, la vida de ambos da un revés y Simon tendrá que actuar rápido si no quiere perderla. Sin embargo, no será fácil, pues la majestuosa Lily Manor se verá envuelta en un suceso que traerá horribles consecuencias.
La música, un primo peculiar y unas hermanas escandalosas acompañarán a los Daventry en esta novela.
★★★☆
Alas de cristal de Carol S. Brown es la segunda parte de la saga Daventry, que sigue a cada uno de los hermanos de esta familia en unas historias de romance históricos con muy buen humor y camaradería. Al igual que muchos romances históricos, pueden leerse de forma independiente ya que cambian de protagonistas pero siempre se repiten personajes y, aunque Alas de cristal os digo ya que está recomendado, no dejéis de disfrutar de Jaque al lord, que llegó a ser una de mis mejores lecturas del año.
Alas de cristal sigue la historia del menor de los hermanos, Simon, un personaje que ya me encandiló en Jaque al lord porque es de esos típicos hermanos pequeños a los que le gusta meter el dedo en la llaga y le dio tanta cicaña al hermano mayor en el anterior libro que estaba deseando disfrutar de su historia porque se me hacía un personaje muy divertido y cariñoso y no ha defraudado.
Este es uno de los romances más tiernos que he leído porque son personajes son las cosas más puras de la existencia humana. Simon y Rose son amigos de la infancia que se llevan super bien y, de repente, se dan cuenta de lo que sienten el uno por el otro y les da un poco de ataquito porque no quieren romper su amistad y les da mucho palo confersarse el uno al otro. Es que son para comérselos, de verdad.
Simon es un personaje gracioso y espabilado en general pero especialmente empanado en el amor, lo cual resulta muy graciosa por la caña que le metió al hermano mayor. Pero ahora que le toca a él no es tan fácil, ¿eh, Simon? Esto me hace mucha gracia y me he reído a costa del pobre porque qué le cuesta dar el paso, por Dios. Es de esos romances que tú, como lector, ves más claro que el agua pero aún así sigue con la duda y parece que lo va a dejar pasar y te desesperas porque no sabes como no se enterá cuando está, literalmente, delante de sus narices. Que en muchos casos la cosa es sútil pero a Simon se lo han servido en bandeja y aún así ha dudado, tiene tela... Pero es muy majo el chaval, muy buenazo.
Rose es un personaje que también se conocía del primer libro pero como es tan tan tímida pues no se le conocía muy bien y es la sorpresilla de este libro. Rose es un personaje con el que simpaticé rápidamente porque es un amor de persona y da penita. Tiene una familia que le pone las cosas muy difíciles y tiene que lidiar con ser el perfecto cebo para la sociedad por ser la única heredera de su familia y verse obligada a buscar un marido que no sea de su agrado. Sufre muchísimo por su destino, por no poder ser más que un florero y la autora te pincha justo en la venita de la injusticia con esta chica que es un must be protected porque es super tímida y dulce y muy bien cuando le echa su par de ovarios, te da una sensación de orgullo muy buena pero hasta ese momento es una penita.
Y ese es el mayor drama que vais a ver en el libro, el de la familia de ella que tampoco es un dramón así que es de mi gusto, perfecto. Que hablando de familias, yo os recuerdo que los Daventry son geniales y me encantan y disfruto muchísimo ver sus momentos familiares, aunque en este libro he sentido que he tenido menos de ellos y los he echado un poco en falta. Eso sí, Gwen me tiene con chiribitas en los ojos porque vaya tipa, va a ser muy dura de roer y me encanta, tiene una fuerza que le aplaudo. Michael también me tiene bastante curiosa. Sophie es la que no termino de conocer, siempre se está escaqueando.
Además de las cosas ya contadas, en este libro se mete una novedad con el elemento asesinato que le da un impulso diferente. No es un super crimen sino que se lleva bien con la historia y supone un elemento más que queda bien. Así mismo, también se centra en un nuevo personaje que no ha tenido gran repercusión aquí, que casi parece más relleno que otra cosa porque no se ha visto muy bien el hilo pero me ha provocado interés y tengo curiosidad por lo que pueda salir de ahí. Es raro porque por una parte es como muy metido ahí que no sabes por qué pero a la vez provoca curiosidad y espero que sea una de las protas de los próximos libros y que su protagonismo en este no haya sido en vano. Se me queda como una historia que tengo ganas de seguir porque es una mujer bastante fuerte que espero que dé guerra ya que su background me ha gustado bastante.
Alas de cristal es un romance históricos de esos que se leen en una sentada. Es ligero, no tiene complejidad ni drama excesivo y se lee en nada. Además tiene el toque de asesinato que no está nada mal, aunque no sepa del todo como encajar la entrada de ese personaje. Es un libro perfecto para leer en una tarde y empaparse del ambiente londinense, la ternura de los protagonistas y abrir el apetito por conocer más de los otros hermanos.