¿Alguna vez habéis estado esperando (y casi desesperando) por algo y cuando menos lo esperabas las cosas se han acelerado de repente? Pues aquí estoy.
He pasado de leer en mi cama durante horas, a hacerlo por las mañanas en el tren de camino al trabajo. Sí amigos, por fin el esperado pequeño gran milagro. O al menos parte de él. Porque aunque tiene fecha de caducidad, es lo que ahora mismo necesito. Me han dado alas para volver a Barcelona.
Y hablando de alas, el libro en cuestión es The Strange and Beautiful Sorrows of Ava Lavender, de Leslye Walton Solo está traducida al catalán (de los idiomas que entiendo), así que me lo estoy leyendo en versión original.
Ava nace con alas. Con plumas. Y en fin, hay que leerlo. Me estoy acercando al final y lo cierto es que engancha mucho más a partir de la mitad. Quierso saber qué será de Ava, su hermano gemelo SIN alas y de su madre, y si ambas abrazarán al fin el amor.
Me ayuda a mantenerme despierta por las mañanas mientras viajo en tren, aunque reconozco que a veces echo alguna cabezada... incluso de pie.