José Manzano Callejo define en Nuevatribuna el síndrome de Asperger como “un transtorno del neurodesarrollo que afecta en especial a la interacción social. En la actualidad se incluye dentro de los trastornos del espectro autista (TEA). Comparten características nucleares con el autismo como dificultades en la comunicación social y en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento. Sin embargo, tienen un lenguaje fluido y una capacidad intelectual que muchas veces es superior a la media de la población”.
Entre los personajes más famosos con este trastorno está Albert Einstein. En su infancia era un niño meticuloso, que rehuía el juego con otros niños, sólo quería jugar con su hermana Maja. Tenía dificultades de relación con sus compañeros, se refugió en el estudio del violín, al que le introdujo su madre, y al estudio del álgebra, inculcado por su tío Jacob, ingeniero de profesión. Durante sus estudios universitarios conoció a Mileva Maric, con la tuvo una hija secreta, de la que Albert no quiso saber nada. A los 22 años Albert se casó con Mileva. Tuvieron dos hijos más, Hans y Eduard. Este último padeció esquizofrenia, falleciendo en una institución psiquiátrica. Einstein no fue jamás a visitarlo. Se cuenta que Mileva fue la autora de algunos de los principales trabajos de Einsteín, pero él jamás la puso como autora de ellos. Se divorciaron en 1919 y, tres meses más tarde, se casó con su prima Elsa, de la que en especial apreciaba ser una “gran cocinera”.
Como ejemplo de las dificultades de interacción social y de habilidades sociales esta anécdota, en relación a un encuentro casual con Marilyn Monroe. Marilyn con su natural frivolidad le dijo: “profesor, ¿cree que deberíamos casarnos y tener un hijo? ¿Se imagina un niño con su inteligencia y mi belleza? A lo que Einstein contestó: “Me temo que no, querida. Podríamos tener un hijo con mi belleza y su inteligencia”.
Otro personaje que padece un síndrome de Asperger es la activista Greta Thumberg quien, a los 11 años, sufrió un episodio depresivo y posteriormente fue diagnosticada de síndrome de Asperger. Lo que llama la atención en Greta es que ha conseguido por sus características de Asperger, un liderazgo mundial entre los jóvenes de su edad. Así tener intereses muy específicos y dedicarles mucha energía la hacen ser realmente excepcional en lo que la interesa, en este caso el cambio climático.
La autoimposición de rutinas, otra de las características de este síndrome, la ha llevado a conductas como no usar aviones para no contaminar. Empezó convenciendo de ello a sus padres, lo que a su madre le complicó el desarrollo de su profesión como cantante de ópera. Ejemplo de ello es el viaje que hizo desde Virginia a Europa en catamarán. Así se define ella con respecto a su síndrome: “Mi cerebro funciona un poco diferente, soy muy directa, digo las cosas como son y cuando decido hacer algo, lo hago sin dudar”.