No soy un demente, sólo soy un excéntrico. A veces ni yo mismo me comprendo.
Escuchaba voces que me decían cosas y, cuando no las comprendía todas, trataba de interpretarlas con mis lecturas de la Biblia… entonces supe que debería ofrecer uno de mis hijos en sacrificio para purificarme a los ojos de Dios de las abominaciones y los pecados que he cometido. Tenía visiones de cuerpos torturados en cualquier lugar del Infierno…
Que alegría morir en la silla eléctrica. Será el último escalofrío. El único que todavía no he experimentado…
(Fish era sadomasoquista y amaba someterse a intensas torturas físicas)