Revista Opinión

Albert Rivera tiene un enemigo poderoso

Publicado el 25 febrero 2016 por Manuelvicente

Con ZPedro Sánchez cualquier cosa es posible. No merece mucho más comentario su estratagema de promover un pacto con aspiraciones de gobierno entre el segundo y el cuarto partido más votado, alcanzando apenas un tercio de votos del Congreso. Como poco, se puede considerar arriesgada su intención de presentarse el 26-J con la única baza de una foto de Podemos votando junto al PP.

Sin embargo, las dotes de liderazgo que algunos sectores sociales conceden a Albert Rivera inducen a dudar de que su maniobra haya sido un grave error. Como se puede escuchar en el vídeo superior, el presidente de Ciudadanos ha hecho exactamente lo contrario de lo que dijo en campaña electoral, lo cual no sorprendería si se tratara de un dirigente de la vieja política. Sin embargo, quien tanto ha presumido de sus nuevas formas de hacer política debería tener un argumento muy sólido para caer en tan flagrante contradicción, suscribiendo además un pacto perdedor en el que a priori nada tiene que ganar. Esa justificación poderosa aún no se ha dado a conocer, por lo que cabe hacerse la pregunta de si Albert Rivera tiene un consejero que, en realidad, es un enemigo.

Contestar con convicción a la pregunta de ¿por qué firma un pacto que no sirve para nada? no es tarea fácil, y menos si se pretende que lo comparta el común de los mortales que está alejado de la lógica política y harto de los políticos. La tarea se hace aún más complicada si se alude al contenido del pacto ya que, presenciar cómo el PSOE aspira a que lo firme Podemos, debe provocar gran desazón en la militancia naranja. Cualquier votante de Ciudadanos que escuche los argumentos con los que ZPedro pretende convencer a Pablo Iglesias de que firme el acuerdo debe enfurecer al comprobar los postulados que ha firmado su todopoderoso y carismático líder. ¿Albert Rivera ha firmado la creación de un salario mínimo vital, que se derogue la reforma laboral, que se acepten peticiones del independentista Artur Mas? Estos, y otros, interrogantes sólo se entienden desde un acto de fe. Cualquiera que no  vea las palabras de Albert Rivera como un dogma necesitará muchas explicaciones aunque es más que probable que no sea el líder quien las ofrezca.

Acostumbrado a que nadie le discuta, le contradiga ni le deje en evidencia, el presidente de Ciudadanos tiene patente de corso para hacer, deshacer, decir y desdecir a su antojo, lo cual está quedando en evidencia en demasiadas ocasiones, quizá tantas como para pensar que Albert Rivera va camino de ser su peor enemigo. Compararse con el mísmisimo Adolfo Suárez, como hizo durante el acto de firma de su pacto con ZPedro, es lo último.

Los que estamos en UPyD detectamos bien cuándo un partido es personalista. En eso llevamos varios años de ventaja.


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