Ayer vivimos un día grande para el ciclismo español, con una nueva gesta de un deportista enorme, Alberto Contador, que tuvo la valentía de lanzar un ataque suicida a 50 Kms de la meta, para entrar en solitario en una etapa durísima con tres puertos de montaña, y disputada a un ritmo de vértigo desde la salida.
Auténtica exhibición del mejor ciclista del momento, que fué acumulando segundos de ventaja, hasta dejar tirados a sus propios compañeros de escapada, incapaces de seguir su rueda. Felicidades a Alberto y a todo su equipo no sólo por el trabajo realizado, sino por su humildad y su saber estar,
tanto en los buenos momentos como en los no tan buenos.
Mención aparte merece otro grandísimo corredor, Joaquín Rodríguez, que hoy ha dado una tremenda lección de fair play, no sólo al ciclismo en particular, sino a todo el deporte en general. No se puede tener más categoría, más sencillez, más elegancia ni más hombría, para reconocer la superioridad de un compañero y aceptar la derrota en unos momentos que imagino bastante difíciles para él.
Joaquín ha sido hoy un ejemplo de comportamiento y profesionalidad, al reconocer sus errores y ensalzar los méritos de su rival, al que había plantado cara con total dignidad a lo largo de esta gran Vuelta. Actuaciones así, son las que ayudan a valorar el esfuerzo de unos deportistas, que sufren a diario para ser los mejores en una actividad tan denostada como es el ciclismo. Felicidades de corazón.
Mi enhorabuena también a Jesús Valverde, al que espero ver en el podio junto a sus dos compañeros, en lo que será el mejor colofón a una Vuelta Ciclista a España que ha conseguido volver a enganchar a un grandísimo número de aficionados gracias a actuaciones como las vuestras.