ALBERTO FUJIMORI. EL GRAN NEUTRALIZADOR DE LA IZQUIERDA
Por Eduardo Carranza Gazzani. (21-09-2013)
La izquierda de todos los tonos llegó para enquistarse en la política peruana con la dictadura del general Juan Velasco (1968-1980), durante la cual se quitó, arranchó, confiscó y solo en unos poquísimos casos expropió bienes pagando el precio correspondiente.
Todo esto con la supuesta intención de lograr “justicia social” y acabar con la explotación de los más pobres. Pero todo fue tan mal realizado que los pobres pasaron a ser más pobres.
Dentro de esta real dictadura nació la constitución de 1979, amada, añorada e idolatrada por la izquierda radical, la caviar y todos los social-confusos que abundan por ahí. Esta constitución lo único que logró fue consagrar todos los sinsentidos que en materia política y económica se aplicaron durante los doce años del gobierno de facto. Siete de Velasco y cinco de Morales Bermúdez.
En 1980 durante el segundo gobierno de Belaunde la izquierda radical con su facción terrorista lleva a cabo sus primeros atentados. En 1984 la izquierda logra su primer triunfo político con la elección de Alfonso Barrantes líder del conglomerado comunista denominado Izquierda Unida como alcalde de Lima. Este llevó a cabo una gestión mediocre en lo que a obras se refiere.
En 1985 Barrantes obtiene el segundo lugar en las elecciones presidenciales, siendo vencido por el APRA con Alan García a la cabeza. En ese entonces el aprismo estaba claramente ubicado en la izquierda. Su discurso, sus acciones y el desastre que nos dejó son ampliamente conocidos.
En 1990 el ingeniero Alberto Fujimori es elegido presidente e inmediatamente se abocó a diseñar las soluciones para acabar con el terrorismo y la hiperinflación heredados de los gobiernos de Belaunde y García. Pero para poder concretar este cometido tuvo que enfrentarse no solamente a la izquierda de todas las variedades, sino también a la derecha mercantilista que por largos años había disfrutado del proteccionismo creado por Velasco, continuado por Belaunde y llevado a su máxima expresión por Alan García.
El presidente Fujimori se vio entre la espada y la pared, es decir, no hacer nada y gobernar como los anteriores presidentes dejando todo como estaba mientras el Perú se desangraba, o enfrentarse a todos ellos. Es por esta razón que tomó la difícil pero necesaria decisión de disolver el congreso y convocar a elecciones para elegir un Congreso Constituyente Democrático que se encargó de redactar una moderna constitución que fue aprobada por votación popular mayoritaria.
Aquí se inicia el renacimiento del Perú, moralmente, económicamente y políticamente. Al mismo tiempo desapareció la izquierda, quedó neutralizada y no por algún tipo de represión, sino porque los rápidos resultados de las políticas implantadas por Alberto Fujimori dejaron sin piso a los argumentos trasnochados de los izquierdistas.
Desgraciadamente en el año 2001 durante el gobierno de transición de Paniagua y luego durante el de Toledo, toda la izquierda se volvió a enquistar en distintos organismos del estado, promoviendo la creación de la malnacida Comisión de la “Verdad”, las indemnizaciones y reducciones de penas a terroristas y por supuesto la despiadada persecución política a todos sus enemigos. Hay que recordar que muchos de estos caviares predicadores de democracia fueron grandes colaboradores de la dictadura del general Velasco.
Durante los diez años del gobierno del presidente Fujimori se acabaron las marchas de protesta, los bloqueos de carreteras, las huelgas. El país entero bajo su liderazgo inició el camino hacia el progreso.
Pero desde el año 2001 volvió el desorden que solo es consecuencia de la falta de autoridad. Y no sé si es coincidencia pero los peores episodios de desorden se están dando cuando tenemos a la izquierdista Susana Villarán como alcaldesa y a Humala como presidente quien también es de izquierda pero quiere actuar como de derecha y al final no hace nada por ser víctima de su indecisión.
Una vez más será el fujimorismo el encargado de enviar a la izquierda a hibernar para así poder poner en marcha todos los grandes proyectos que el Perú necesita para convertirse en país desarrollado.
Al César lo que es del César. ¡FUJIMORI LIBERTAD!
publicado el 23 septiembre a las 01:07
fujimori fue el presidente mas corrupto dela historia del peru y traidor ala vez