En algunas ocasiones he hablado de Alberto Garzón. Se trata de un joven diputado –veintiséis años-- que encabezó la lista de Izquierda Unida por Málaga y que obtuvo el acta por esa provincia.
Profesor de economía en la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, es coautor de cuatro libros, uno (Hay alternativas) escrito junto a Juan Torres y Vicenç Navarro que se puede descargar libremente de la red, y que vale la pena leer. Así mismo, es miembro de ATTAC, también ha participado en el movimiento 15-M, además de pertenecer a IU desde 2003.
Es un diputado joven, preparado y al que vale la pena seguir. Sus intervenciones son claras y pedagógicas. Representa a la generación que probablemente dirija esta país en una o dos décadas.
Pues bien, el otro día el ministro De Guindos no respondió a su intervención sobre la Reforma Financiera (por la que debemos dar otra limosnita a los bancos: 52.000 millones de euros). Estoy convencido de que no sólo es por mala educación, ninguneo y desprecio a las minorías –que también—, sobre todo, es porque Alberto le dejó sin argumentos. Pueden leer su argumentación escrita aquí en su blog. O si prefieren, aquí la pueden ver: