Cuando cocemos alcachofas poco a poco van cogiendo un color oscuro. Para evitar este color tan poco apetecible deberemos añadir en el agua de la cocción un chorrito de zumo de limón y unas cuantas rodajas del mismo limón, de esta manera las alcachofas no se oxidaran con la cocción y se mantendrán verdes en vez de ennegrecidas.